«El sexo es moneda de cambio en numerosas transacciones que se efectúan bajo el signo de la corrupción en Zimbabue¹. El acoso sexual está institucionalizado, y las mujeres lo padecen desde hace mucho tiempo. Es necesario luchar contra todas las formas de acoso sexual en todo los sectores”, explica un informe de Transparence International Zimbabwe (TIZ) que acaba de publicar el diario británico The Guardian.
Según este estudio, cerca del 24 % de las mujeres de Zimbabue declaran haber recibido propuestas de corrupción no monetarias, siendo de naturaleza sexual en el 57,5 % de los casos. Entre estas mujeres, el 15 % confiesa haberse visto obligada a mantener relaciones sexuales a cambio de un empleo, y el 45 % para conseguir algunos servicios, como la electricidad, un tratamiento médico o una plaza en la escuela para sus hijos.
Los casos de acoso y agresión sexual se dan en todos los sectores de la sociedad, también en los servicios públicos. Según el informe, muchas mujeres no se atreven a denunciar a los responsables de abusos porque no son pocos los policías que forman parte de las redes de corrupción.
Cada año, la corrupción hace que Zimbabue pierda 1800 millones de euros. Las primeras víctimas de la situación son las poblaciones más pobres, que reciben la mayor parte de sus salarios en dinero negro: “Las mujeres –se lee en el artículo– están particularmente expuestas a la marginación social y económica que genera la corrupción”.
- La República de Zimbabue, uno de los países más pobres y menos avanzados del mundo, antaño conocido como “la joya de África” por su prosperidad, limita con Sudáfrica, Botswana, Mozambique y Zambia.
El país tiene 14,2 millones habitantes, de los que 2,8 millones viven en la capital, Harare, y su extrarradio. Existen dieciséis lenguas oficiales, entre ellas el inglés.
Desde 2009, tras una crisis de hiperinflación, la moneda oficial es el dólar americano. Después de varios siglos de distintos reinados, el actual territorio se convirtió en la colonia británica de Rodesia del Sur en 1890, perteneciente a la British South Africa Company de Cecil Rhodes, magnate millonario y primer ministro de la colonia de El Cabo, fundador también de la compañía de diamantes De Beers. En 1965, la minoría blanca declaró la independencia. Tras una época de aislamiento diplomático y una guerrilla de quince años, en abril de 1980 se firmaron los acuerdos de paz, reconociendo la independencia y el sufragio universal, eligiendo para el territorio el nombre de Zimbabue y pasando a formar parte de la Commonwealth, de la que fue expulsado en 2002 por violación del derecho internacional. Entre 1987 y el golpe de estado de abril de 2017, el país vivió bajo la dictadura de Robert Mugabe (fallecido en 2019, a los 95 años), dominado por el aparato de seguridad del Estado, responsable de violaciones generalizadas de los derechos humanos. Le ha sucedido el vicepresidente Emmerson Mnangagwa, vencedor de la elección presidencial de 2018.