Volvemos a decir lo mismo que hace unos días: en México han asesinado a otro periodista. A Heber López le han abatido de cinco disparos, más o menos como a la mayoría. Ha sucedido en la localidad de Salina Cruz, en el Estado de Oaxaca.
Heber, de Noticias Web de Salina Cruz, se encontraba trabajando en su estudio de grabación la noche de ayer 10 de febrero, cuando entraron dos individuos con el encargo de acabar con su vida. Sólo ha vivido 39 años.
Salina Cruz es una hermosa ciudad cosmopolita y de vocación industrial, posee una refinería, varias salinas, un astillero y es uno de los diez puertos más importantes de México. Tiene casi 84.500 habitantes según datos de 2020, y, en apariencia, la vida transcurre de forma apacible.
Cuando despierten sus ciudadanos (hay siete horas de diferencia con España) la noticia del nuevo asesinato de un comunicador seguramente enfadará a muchos, quienes dirigirán sus «pensamientos» al gobernador y al presidente del país, y no precisamente para alabarles. Porque este es el quinto periodista que hay que enterrar, además de Marcos Islas, hijo y sobrino de profesionales de la pluma. Como el ataque fue dirigido al propio medio donde trabajaba, se puede decir que forma parte de la media docena que ya no están entre nosotros.
Sobre Heber, la fiscalía de Oaxaca investiga a dos personas, detenidas por su probable participación en homicidio. Tras la agresión, ambos emprendieron la huida, pero gracias a la intervención de la policía municipal de Salina Cruz los dos probables responsables fueron detenidos, y se les retiró el arma de fuego que llevaban, seguramente la misma con la que han acabado con la vida del
Asesinatos por casi todo el país
Desde que comenzó este 2022, no pasa una semana sin lamentar noticias similares. Y no se trata hechos ocurridos un Estado determinado, no es sólo Baja California, donde ya han matado a tres profesionales de la comunicación en Tijuana, también ha sucedido en Veracruz y en Michoacán.
El año pasado fueron once los asesinatos que se cometieron en Sonora, Estado de México, Oaxaca, Coahuila, Michoacán, Veracruz, Morelos, Chiapas y Guerrero. En 2020 silenciaron a catorce, el mismo número que en 2019; quince en 2018, y doce en 2017. EL patrón en casi todos fueron los disparos, y los Estados donde ocurrió, además de los ya mencionados: son Chihuahua, Sinaloa, Guadalajara, San Luis Potosí, Ciudad de México (la capital del país), Tamaulipas, Tabasco, Nuevo León, Quintana Roo y Zacatecas.
México está dividido en 31 Estados, además de la capital, Ciudad de México. Si los asesinatos de los últimos años se han cometido en casi 20 de ellos, que nadie intente focalizar el problema en unos pocos. Los periodistas asesinados por la delincuencia organizada, o «por encargo», duermen el sueño eterno en los cuatro puntos cardinales.
Por favor, que alguien se lo cuente al presidente del país, para que deje de criminalizar a los comunicadores.
