El Museo Estatal de Porcelana Alemana (Porzellanikon) en la localidad de Hohenberg an der Eger albergará ‘Ajedrez y porcelana. El mundo en 64 casillas, todo el universo del juego’.
Esta especial exposición se abre a partir del sábado 16 de marzo y hasta el 13 de octubre de 2024, contando con tableros y piezas, antiguas y modernas, de doce países con siete espacios temáticos.
La Federación de Ajedrez bávara apoya esta muestra que será inaugurada por la presidenta de la Federación Alemana de Ajedrez (DSB), Ingrid Lauterbach y el gran maestro Helmut Pfleger de 80 años.
La comisaria Petra Werner ha recogido más de cien juegos de ajedrez y figuras, todas hechas exclusivamente de porcelana. Así, la exposición puede considerarse que ha reunido la colección más grande sobre este tema recopilada en Alemania.
La mayoría son aportadas por el presidente de la asociación de coleccionistas de ajedrez (CCI-Chess Collectors International), Thomas H. Thomsen, de 85 años, que tiene la mayor colección de juegos de ajedrez antiguos de Europa y que ha colaborado en otras muestras como ‘El País de las Maravillas del Ajedrez-Arte y humor en el ajedrez’ en Plauen y ‘Jogos cruzados. Viagens entre Oriente e Ocidente’ que tuvo lugar en Lisboa.
En esta exposición de Hohenberg an der Eger, en la zona noreste de Baviera, Thomsen aportó tableros y juegos de ajedrez en figuras de porcelana. Otras provienen del coleccionista Reinhard Egert.
La muestra está dividida en siete partes temáticas. Se muestran por primera vez, 28 juegos de ajedrez completos, 34 conjuntos de piezas y 43 trebejos individuales. Su procedencia es de doce países, entre otros Alemania, Italia, Rusia, Gran Bretaña, Francia, China y Japón.
La pieza más antigua, un rey, es de 1713 hecha por la fabrica de porcelana Meissen. En ese momento, las cortes europeas estaban muy entusiasmadas con la moda china. Otra denominada ‘Juego de guerra’ ( en su original alemán, Warsspiel), está diseñada por Johann Joachim Kaendler (1706-1775), Johann Friedrich Eberlein (1695-1749) y Johann Gottlieb Ehder (1717-1750), data de alrededor de 1740 también de Meissen.
Las japonesas provienen de la ciudad de Arita, origen de la producción de porcelana. El tablero consiste en un bloque de barniz preciosamente elaborado con adornos de oro y piedras semipreciosas. Actualmente Arita sigue trabajando en tableros de ajedrez.
Hay que recordar los juegos en China y Japón, contemporáneos del ajedrez y que se juegan en un tablero, el Xiangqi y el Shogi, respectivamente.
De Alemania hay uno de la fabrica de Schönwald en la Selva Negra, realizado por la diseñadora Barbara Flügel de 63 años, que representa al rey del mar, Poseidón y su esposa Anfítrite como dama, con otras figuras como langostas, caballitos de mar, conchas y peces.
Hacia finales del siglo XVIII, figuras de la mitología griega, leyendas antiguas, cuentos de hadas y motivos del reino animal se abrieron camino en el mundo de las piezas de ajedrez en Europa. Esta tradición llega hasta épocas recientes, en el tablero ‘Fabeltiere’, que Max Esser (1885-1945) diseñó en 1923: el rey aparece como un toro, la reina como una oveja, el alfil como una liebre, el caballo como una cabra montés y la torre como un jabalí.
Del Reino Unido provienen de la fábrica de Staffordshire, obra de Josiah Wedgwood (1730-1795) produjo piezas cercanas a los modelos reales con colores azules y blancos. Posteriormente, el escultor Arnold Machin (1911-1999), diseñó un juego de ajedrez en 1938 con trajes medievales.
También y como parte del 200 Aniversario de la Real Manufactoría Porcelana (KPM) de Berlín, la escultora, pintora y diseñadora, Trude Petri (1906-1998), en 1963 realizó un tablero. En 1931, la escuela Bauhaus diseñó un tablero clásico.
Hay un juego de 1930 procedente de Hungría de la fábrica de porcelana Herend, creada en 1826. Las formas básicas geométricas, en un concepto en blanco y negro, son la base del juego de ajedrez que el arquitecto, escultor y diseñador gráfico italiano, Marcello Morandini de 83 años, diseñó en 2003.
Entre las figuras históricas representadas en piezas hay una española, Alfonso X El Sabio (1221-1284), el autor del Libro del ajedrez (1287), así como Napoleón Bonaparte (1769-1821) o Enrique el León (1129-1125) fundador de Múnich.
La marca escocesa de whisky Beneagles diseñó un tablero con piezas huecas por dentro, rellenas de whisky. En el bando inglés están la reina Isabel I (1533-1603), su padre, el rey Enrique VIII (1491-1547) frente a los escoceses representados por María Estuardo (1542-1587) como reina y Roberto I Bruce (1274-1329) como rey.
La revolución soviética de Octubre de 1917 también está presente en Rusia es el tablero de ‘los Rojos y los Blancos’, de la fábrica de Porcelana de Lomonosov, diseñado en 1923 por la escultora Nataliya Yakovlevna Danko (1892-1942) en San Petersburgo, donde hay, desde 2015, un Museo del Ajedrez y la Porcelana que también tiene más de 160 tableros.
En resumen, las piezas y tableros son de carácter histórico, político, exótico, mítico, de animales y hasta eróticas, todo esto se puede encontrar en porcelana. El ajedrez en el arte es colorido, lleno de poesía, magia y humor, siendo interpretado por numerosos artistas durante muchos siglos.
El número de casillas se limita a 64, pero el número de movimientos es casi infinito. El ajedrez es quizás el juego más creativo de la humanidad, abarca todo el mundo y ha adquirido un profundo significado cultural.
Durante más de mil años, el ajedrez ha cautivado no sólo a los reyes y eruditos, sino a personas de todos los ámbitos de la vida. Baste recordar que en sus orígenes, el califa de ‘Las mil y una noches’, Harún al Rashid (766-809) cuando en su palacio de Bagdad vio a dos jugadores que estaban echando una partida de ajedrez, les preguntó, ″qué es eso del ajedrez”, uno le contestó: ″¿y qué es la vida?”
El Porzellanikon desde 2012 forma parte de la ruta europea de la cerámica. Es un complejo museístico con dos sedes, el Mundo de Porcelana ubicado en Selb (14.760 habitantes) y el Museo de Porcelana Alemana en Hohenberg an der Eger (1.420 habitantes).
El horario de la exposición será de martes a domingo y festivos de 10 de la mañana hasta las 17 horas. El precio es de un euro los domingos, dos el resto de días y 3,50 euros si es una visita guiada. La muestra cuenta con un catálogo de 116 páginas y se realizarán actividades paralelas.
