El adjetivo alérgico, señala Fundéu, se aplica a quien padece alergia, mientras que algo alergénico la produce y alérgeno es el sustantivo con el que nos referimos a la sustancia que la provoca. Sin embargo, en los medios de comunicación pueden encontrarse frases como las siguientes: «Los alergólogos aconsejan realizar revisiones anuales para diagnosticar posibles variaciones en las sustancias alérgicas», «Analiza el polen durante el proceso de germinación de las especies alérgicas».
El Diccionario académico indica que alérgico se aplica a alguien ‘que padece alergia’ o a lo ‘relativo a la alergia’ y el Diccionario de términos médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina, añade que también es ‘lo causado por la alergia o de origen alérgico’ («reacción alérgica»).
En cambio, aquello ‘que produce alergia’ es alergénico, por lo que no es apropiado utilizar el adjetivo alérgico para referirse a lo que causa alergia, y en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «sustancias alergénicas» y «especies alergénicas».
Por otra parte, cabe mencionar que la ‘sustancia que produce una reacción alérgica’ es un alérgeno («El polen es un alérgeno»), sustantivo que tiene además un uso adjetivo con un sentido equivalente al de alergénico, según se recoge en el propio Diccionario de términos médicos y en otros de uso como el Vox o el de Seco, Andrés y Ramos.
Se recuerda finalmente que, conforme al Diccionario panhispánico de dudas, es preferible el uso de la forma esdrújula alérgeno a la llana alergeno.