El músico Horacio Curti está en gira por España para presentar su último disco, Home is now, un trabajo basado en el instrumento japonés en el que es especialista, el shakuhachi, y en La Quinta de Mahler (LQM), Madrid, interpretó varias piezas del disco, unas en solitario y otras acompañado por el acordeonista Esteban Algora, quien también participa en el album como invitado.
El shakuhachi es un instrumento de viento hecho a partir de una caña de bambú con agujeros para digitar y sin otro adorno que el hecho de asentarse en una base que aprovecha la oquedad mayor de la raíz para ampliar la cobertura del sonido.
Estamos ante un instrumento muy primitivo y de apariencia muy simple, pero que desde antiguo es usado por un grupo de monjes budistas para buscar la iluminación, tal es el poder de trascendencia que inducen sus sonidos. Unos sonidos en apariencia muy simples y limitados, pero cuyos efectos en la mente y en el cuerpo alcanzan mucho más de lo que una simple descripción puede expresar.
Horacio Curti, uno de los mayores especialistas mundiales en shakuhachi, cuenta en su nuevo disco con dos invitados de excepción: su maestro Kaoru Kakizakai en shakuhachi y Esteban Algora al acordeón. En el álbum, el contenido se organiza en torno a intensas piezas del repertorio honkyoku que se acompañan de interludios de carácter contemporáneo.
Horacio Curti, nacido en Argentina aunque residente en Barcelona, era saxofonista hasta que descubrió el shakuhachi. Cuando llegó a Japón para aprenderlo, a las dos horas, su maestro ya le propuso dar la primera clase. Él se entregó a lo que se le proponía sin hacer preguntas. Desde entonces, no ha hecho más que profundizar en el conocimiento de dicho instrumento que se ha convertido en el único e insustituible.
El acordeonista Esteban Algora, por su parte, se ha hecho construir un instrumento tal que por su hermosura en cuanto a la forma y su sutileza en la producción de sonidos, supera con mucho al acordeón tradicional. «El acordeón de hoy es más una máquina que un instrumento de música», explica. Sólo así podemos escuchar, salidos de él, sonidos de arena, por ejemplo, o de hojas, o de piedras arrastradas por el viento y cáscaras de nueces… Algo que, junto a la sutilidad del shakuhachi, produce un efecto mágico que te hace casi olvidarte del lugar y de la circunstancia.
Como muestra de la importancia de este instrumento en la cultura japonesa, el embajador del Japón, Kazuhiro Yoshikawa, acudió acompañado de su mujer, a la presentación en Madrid de Home is now.
Las piezas tocadas durante el concierto fueron éstas:
Tre piezas del repertorio del honkyoku (música originada en las meditaciones sonoras de los Shika no tone – sonido de ciervos en la distancia). Daha – olas que rompen. Tsuru no sugomori – anidada de grullas (última pieza de la noche). Más dos piezas improvisadas a dúo entre acordeón y shakuhachi en la línea de los interludios del disco.
Enlaces
- Para saber más sobre este instrumento y sobre Horacio Curti.