La organización humanitaria Médicos sin Fronteras ( MSF) ha denunciado, cuando se cumple un año del acuerdo entre Turquía y la Unión Europea (UE), las graves consecuencias que está teniendo para los migrantes y los refugiados, en Grecia y en los Balkanes.
Hace un año, el Consejo Europeo declaraba que el acuerdo por el que Turquía se comprometía a reducir el flujo de refugiados y migrantes hacia Grecia, y a aceptar a los que fueran devueltos por las autoridades griegas, iba a ofrecer a esas personas «una alternativa a poner en peligro sus vidas». Pero hoy, muchos hombres, mujeres y niños se encuentran bloqueados en los países fronterizos con Europa, donde no tienen ninguna protección, o inmovilizados en las islas griegas, en campos de retención superpoblados.
Los retrasos en el registro y el tratamiento de las demandas de asilo han transformado las islas griegas de lugares de tránsito en centro de confinamiento, donde la población, que se ha duplicado en el espacio de seis meses, se amontona en campamentos. Algunos refugiados y migrantes han pasado hasta un año en refugios temporales, inadecuados para las condiciones invernales, sin calefacción ni agua caliente.
MSF señala que el sistema de gestión de las demandas de asilo y de traslado de refugiados a otros países europeos, lenta y opaca, deja a miles de personas en una espera indeterminada, sin ninguna perspectiva: «Con frecuencia, esas personas han padecido violencia extrema, tortura y guerra, y han sobrevivido a unos viajes extremadamente peligrosos –explica Jayne Grimes, psicóloga de MSF en Samos- Ahora, su ansiedad y sus angustias aumentan con la falta de información respecto a su estatuto jurídico y las mala condiciones de vida en que se les mantiene».
En un informe publicado este 17 de marzo, MSF subraya que, con el paso de los años, sus psicólogos en la isla de Lesbos han atendido a un aumento significativo de pacientes que presentan síntomas de ansiedad y depresión, o de estrés postraumático. Los equipos de MSF en Samos, que pasan consulta de salud mental, han constatado en los últimos meses un neto aumento de autolesionados e intentos de suicidio.
Por otra parte, a lo largo de la ruta de los Balcanes, en Serbia y Hungría, ha aumentado en las últimas semanas el número de pacientes que han denunciado ante los equipos de MSF traumatismos debidos a la violencia padecida durante el viaje.
Médicos sin Fronteras trabaja con los solicitantes de asilo y migrantes en Grecia desde 1996. En 2015, respondió a la afluencia diaria de miles de personas llegadas a las islas griegas, procedentes de Turquía. Hoy, los equipos de MSF trabajan en más de 20 lugares en Grecia, proporcionando tratamientos de salud mental, salud sexual y reproductiva, y tratando pacientes con enfermedades crónicas fundamentalmente. En 2016, los equipos médicos de MSF en Grecia llevaron a cabo 72 740 consultas médicas.