35 años, cinco meses y treinta días después, los Pactos de la Moncloa vuelven a estar en la agenda de la actualidad. Oposición y empresarios le ponen en bandeja al presidente del Gobierno Mariano Rajoy la tan impagable como inmerecida oportunidad de emular ante la Historia el momento cumbre de la presidencia del artífice de la Transición, Adolfo Suárez.
En 1977, España estaba inmersa en una coyuntura económica dramática que arrastraba los efectos más adversos de la crisis del petróleo de 1973, una situación en la que el 66% de la energía era importada, una inflación galopante que se había disparado al 47% y una tasa de paro del 7% que afectaba a 900.000 personas, de las cuales solo 300.000 recibían subsidio de desempleo.
Por fortuna, el entonces ministro de Trabajo del Gobierno de Adolfo Suárez, Manuel Jiménez de Parga, no apeló para salir de la crisis a la invocación a la Virgen del Rocío como ha hecho la ínclita ministra de ¿Trabajo? Fátima Báñez.
La salida de la crisis pasaba por el escenario que instrumentó el presidente de la Unión de Centro Democrático Adolfo Suárez con la colaboración de Felipe González (Partido Socialista Obrero Español), Santiago Carrillo (Partido Comunista de España) y los restantes dirigentes de las principales fuerzas políticas: Enrique Tierno Galván (Partido Socialista Popular), Josep Maria Triginer (Partido Socialista de Cataluña), Joan Reventós (Convergencia Socialista de Cataluña), Juan Ajuriaguerra (Partido Nacionalista Vasco), Miquel Roca (Convergencia i Unió) y Manuel Fraga (Alianza Popular).
El escenario fue la Sala del Consejo del Palacio de la Moncloa y la fecha el 25 de octubre de 1977. Los representantes de las fuerzas políticas parlamentarias o con vocación parlamentaria estamparon su firma en un Documento histórico que contemplaba dos tipos de Acuerdos: políticos y económicos.
Nacía el Año 0 del Consenso. Entre los acuerdos políticos, se consensuó modificar las restricciones a la libertad de prensa, legalizar los derechos de reunión, de asociación política y la libertad de expresión, y crear el delito de tortura.
En el capítulo económico se establecieron medidas urgentes contra la inflación y el desequilibrio exterior y se consensuaron reformas necesarias a medio plazo para repartir los costes de la crisis. Los efectos de los Pactos de la Moncloa no tardaron en ser visibles: la inflación acabó el año en el 26,4% contra las previsiones del 80%, se duplicaron las reservas de divisas y lo más importante de todo: las cuentas de las empresas empezaron a mejorar.
Huelga afirmar que esta foto que hice de la firma de las Pactos de la Moncloa y publicamos en Cuadernos para el Diálogo es una de mis favoritas de la exposición antológica Manuel López 1966-2006 que me dedicó la Diputación de A Coruña. De las cerca de 40 itinerancias que lleva andadas, recuerdo con especial devoción la que tuve en la Biblioteca Nacional José Vasconcelos de México. De las cien obras de la muestra, la foto de los Pactos de la Moncloa fue la que eligieron los comisarios de la exposición para colgar al mayor tamaño en la pared más destacada.
En estos momentos en que una reedición de los Pactos de la Moncloa es clamor popular, Rajoy tiene ante sí no uno, sino dos retos: emular, aunque ‘de aquella manera’ a Suárez y, sobre todo, enmendar el suspenso histórico de su mentor y fundador de su partido Manuel Fraga, quien accedió a firmar los acuerdos económicos, pero no así los políticos.
Ni poniéndole las cartas marcadas en la mano acierta la derecha más rancia a dejarse sumar a la visión de la jugada que le servimos en bandeja. Ay, Señor.
Enlaces:
El rey con Suárez: misión cumplida
Adolfo Suárez en tres actos
En español: Adolfo Suárez, claves de redacción
[…] Firma de los Acuerdos de los Pactos de la Moncloa. 25 de octubre de 1977. Fuente: Periodistas en Español. […]