Armenia está contribuyendo a la recuperación de Siria y recientemente ha enviado cien toneladas de ayuda humanitaria a través de la Media Luna Roja incluyendo trigo, arroz, cereales, aceite y material básico de ayuda que se repartirán a las familias sirias necesitadas.
Además, miles de personas en Siria recibieron atención médica gracias a los 83 médicos y cirujanos armenios que practicaron cientos de operaciones quirúrgicas, la mayoría en la zona de Alepo, segunda ciudad más devastada durante la guerra civil siria iniciada en 2011.
La comunidad armenia en Siria contaba entre 80 000 y 110 000 personas. La mayoría de sus miembros vivía en Alepo (60 000 personas), Damasco (7000), Latakia, Kessab, Yakubiyah y Qamishli.
Según diversas estimaciones, más de 90 000 armenios abandonaron Siria tras el inicio de la guerra en 2011. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia declaró que el país acogió a más de 22 000 refugiados sirios, de ellos unos 15 000 adquirieron la ciudadanía armenia.
Armenia se convirtió en un ejemplo a la hora de integrar a los refugiados que abrieron pequeñas empresas de artesanía y restaurantes en diferentes ciudades, gracias a la concesión de subsidios a los préstamos comerciales que ofrecieron los bancos locales.
Por otra parte, la televisión estatal armenia realizó el pasado julio un documental sobre los crímenes de la organización terrorista Dáesh en la antigua ciudad siria de Palmira, en la región de Homs.
https://youtu.be/7gpGzEhzh1o
El propósito del documental “es mostrar todo lo que sucedió en los sitios históricos y arqueológicos de Palmira como resultado de los ataques del Dáesh”. Este trabajo “es necesario para descubrir la verdad sobre lo que sucedió en Siria” añadiendo que Palmira “en el pasado se opuso a los romanos y seguirá siendo un símbolo de cultura para la humanidad”.
El cámara Arsen Khuchayan destacó la importancia cultural e histórica de Siria e hizo un llamamiento a los medios internacionales para que acudan a Palmira a documentar los crímenes contra la humanidad y el patrimonio ocurridos.
Hay que recordar que la Unesco calificó de “crimen de guerra e inmensa pérdida para el pueblo sirio y para la humanidad” lo acontecido en Palmira.
Siria a través del director Naja Ismail Anzar, está terminando también una película documental, Sangre de Palma (Blood of the Palm), filmada en la ciudad y que cuenta la vida y muerte del arqueólogo Khaled Asaad (1932-2015), asesinado por decapitación por el Dáesh.
Al estar prohibida toda referencia a la actividad del Dáesh en Rusia, el documental no se ha podido ver al igual que en otros países. No obstante, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, señaló la contribución de los zapadores que eliminaron muchas minas en la zona y los médicos armenios para normalizar la situación en Siria.
