Según la información publicada en el diario francés Le Monde, el 19 de febrero de 2019 dos diputados belgas -a los que luego se han sumado diputados de cinco formaciones políticas, miembros de la comisión de asuntos exteriores del Parlamento- pidieron a las autoridades alemanas un listado de los veintidós ciudadanos, o en su caso las viudas, que siguen cobrando una pensión de jubilación que paga el estado alemán, a cambio de la colaboración que hace tres cuartos de siglo prestaron a los invasores nazis.
Nazis belgas colaboracionistasEstos colaboracionistas formaban parte de la Wehrmacht (nombre oficial del ejército alemán de 1935 a 1946, cuando fue disuelto) o de la Waffen-SS (Schutzstaffel, organización militar del régimen nacionalsocialista).
La intención de los diputados es acabar con una situación «tan desconocida como escandalosa», aunque tienen pocas esperanzas de conseguirlo porque Berlín, que no respondió a una primera demanda efectuada en 2018, tampoco ha dado seguimiento a la actual, al menos de momento, y la asamblea parlamentaria belga se disolverá dentro pocas semanas, ya que hay previstas elecciones legislativas para el 26 de mayo.
Siempre según la información de Le Monde, los beneficiarios de la pensión, que oscila entre 400 y 1300 euros, son el resto de 10 000 extranjeros «reclutados” por las SS y a los que un decreto de 1941 del régimen hitleriano garantizó una pensión vitalicia.
Considerados “colaboradores militares en zona ocupada”, tenían el mismo tratamiento que los soldados alemanes, la pensión recompensa “su lealtad, fidelidad y obediencia”, y se justifica por el número de años de sus condenas en Bélgica, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. Los historiadores calculan en 80 000 el número de belgas colaboracionistas.
Una ampliación sobre este asunto, emitida en el informativo de las 20:00 horas del 23 de febrero de 2019 en el canal France 2, asegura que en Francia son 54 los excolaboracionistas que cobran pensión del estado alemán y que, en distinto países, en todo el mundo la cifra asciende a unos 10 000.
Además, hay 250 beneficiarios en Estados Unidos, 121 en Canadá, 18 en Brasil y 8 en Argentina; unos 30 en Asia, de los que 12 residen en Tailandia, 44 en Australia, 9 en Sudáfrica y 4 en Namibia.