La blefaritis es una afección ocular frecuente que se encuentra dentro de las primeras tres causas de infección oftalmológicas y se define como una inflamación bilateral crónica de los bordes palpebrales.
En ocasiones puede estar provocada por una infección estafilocócica o por alteraciones asociadas a la seborrea, si bien, existen otras formas que dan lugar a la disfunción de las glándulas de Meibomio, a los folículos pilosos, etc. y puede ser obstructiva o no obstructiva. Según la etiología puede ser infecciosa y estar provocada por un virus (herpes simple primario, herpes zoster, etc.) bacteriana, por hongos, parásitos, por productos cosméticos o por radiaciones.
Dentro de las complicaciones oftalmológicas de la blefaritis los comunes orzuelos, las conjuntivitis papilares, la foliculitis, la queratoconjuntivitis, infiltrados catarrales y otras ulceraciones pueden tener lugar. Los síntomas son irritación, ardor, picazón, enrojecimiento e hinchazón de los párpados y ojo seco.
Es necesario realizar el diagnóstico diferencial de la Blefaritis con enfermedades que lesionan el borde palpebral como Penfigoide cicatrizal y Síndrome de Stevens-Johnson que presentan un origen autoinmune, con lesiones de origen traumático como las producidas en quemaduras por ácidos, álcalis y radiaciones, también con enfermedades de origen tumoral, en especial el carcinoma de glándulas sebáceas. Hay que hacer constar que el área palpebral representa 90 % de todos los tumores oftalmológicos y el carcinoma de glándulas sebáceas ocupa el cuarto lugar, con una incidencia de 1 a 6,4 %.
La blefaritis está comúnmente asociada con enfermedades sistémicas como dermatitis rosácea y seborreica, así como también triquiasis, conjuntivitis y dermatitis. Por ser una enfermedad crónica los tratamientos deben mantenerse por largos períodos, además, su origen puede ser multifactorial por lo que hay que tratarla de diversas maneras, sobre todo si hay patologías asociadas o complicaciones, como disfunción de la película lagrimal, infecciones virales, dermatitis seborreica o alérgica, conjuntivitis o queratitis.
Hay que destacar que la forma más compleja de la blefaritis es la producida por los ácaros del género Demodex que son parásitos humanos que viven en la piel facial y en los folículos pilosos. Existen dos especies, Demodex folliculorum que mide 250-300 µm y vive en los folículos pilosos de las pestañas y Demodex brevis, de menor longitud (150-200 µm), que vive en las glándulas sebáceas (4,5). Durante su ciclo de vida estos parásitos destruyen la piel y pestañas absorbiendo los nutrientes de la raíz de los pelos, dañando las paredes celulares, excretando desechos, depositando huevos y muriendo dentro de los folículos.
Las medidas higiénicas mejoran los síntomas y las toallitas específicas compradas en la farmacia para la blefaritis serán la mejor manera de lavar los ojos. Tener compresas tibias en los párpados cuatro veces al día durante quince minutos facilitará la eliminación de costras y los restos de grasa adheridos en las pestañas. En cuanto a la dieta, es conveniente evitar el chocolate, las grasas saturadas y aplicarse el antibiótico tópico que le indicará el médico. Si se le seca mucho el ojo puede utilizar lágrimas artificiales y debe llevar gafas de sol para evitar el viento y el frío en invierno.
