El histórico ajedrecista brasileño Henrique Costa Mecking, conocido internacionalmente como Mequinho, de setenta años, jugó unas partidas simultáneas en diferentes tableros con quince neurocirujanos el pasado jueves 2 de junio 2022.
Los neurocirujanos participantes en este reto jugaron con las piezas negras, los tableros estaban dispuestos uno al lado del otro, formando un cuadrado donde Mequinho circulaba en el medio e iba haciendo sus movimientos.
Al cabo de cuatro horas, ganó, como era de prever, Mequinho. El doctor Ronald Farias fue el que más se le resistió, un total de 60 movimientos tras dos horas y media. También los doctores Jorge Dacal y Felipe Figueiredo fueron los últimos en abandonar la competición. Este último declaró que incluso con 70 años, Mequinho, «sigue jugando a un nivel muy alto. ¡Es de otro mundo!»
Farias y Figueiredo no dudaron en destacar el aspecto terapéutico del ajedrez, «sirve para potenciar las neuronas. Con el concepto moderno de neuroplasticidad en el que el cerebro está en constante aprendizaje, jugar al ajedrez significa ejercitarlo. Una especie de fisioterapia para la memoria, el razonamiento y la concentración».
Figueiredo señala que el ajedrez «produce beneficios cognitivos incuestionables. No es exagerado decir que la práctica regular, incluso en edades avanzadas, influye positivamente en la salud mental».
El evento formó parte del programa del 17 Congreso de Neurocirugía, que tuvo lugar en el Hotel Fairmont, en el barrio de Copacabana, organizado por la Sociedad de Neurocirugía de Río de Janeiro (Snrcj).
Por primera vez, el congreso es presidido por una mujer, Mariangela Gonçalves, quien también ocupa el cargo de presidenta de la Sociedad, otro hecho sin precedentes.
Estas simultáneas recuerdan dos importantes datos de la trayectoria del ajedrecista brasileño. Por un lado, que mantiene el récord de 45 años invicto al disputar simultáneas jugadas en Brasil. No obstante, advierte que ahora solo acepta jugar contra 20 jugadores cuando anteriormente lo hacia ante 40. Por otro, su relación con la medicina y la salud, debido a la grave enfermedad que padeció y que marcó su vida.
En efecto, cuando estaba en la cima de su carrera ajedrecística siendo conocido como ‘campeón de pies a cabeza’, en 1978, Mequinho padeció miastenia gravis, una enfermedad que afecta los músculos y al sistema nervioso, y que en casos más graves, puede provocar la muerte.
Su última participación fue en el torneo interzonal de Río de Janeiro en 1979, donde por orden médica, abandonó la competición.
Su estado se volvió dramático, con frío incontrolable, debilidad muscular e incapacidad para tragar, al punto de comer alimentos de una licuadora. Algunos médicos incluso dijeron que podía morir en cuestión de semanas.
Fue entonces, según recuerda, en mayo de 1979, cuando ocurrió ‘un milagro’: en una oración dirigida por una señora conocida como Tía Laura, dice ser curado por Jesucristo, que lo salvó del 99 por ciento de la enfermedad.
Previamente, ya asistía a un grupo de Renovación Carismática Católica en Río, donde vivía, y posteriormente, en 1988, cursó estudios en el Instituto de Teología en Taubaté, localidad donde actualmente reside y de la que es ciudadano honorario (lo que en España sería hijo adoptivo).
«Fui elegido por Jesús como profeta del apocalipsis hace doce años», ha declarado recientemente, señalando que todavía necesita ser «ungido por un obispo para ser reconocido por toda la Iglesia Católica». Cuando eso suceda, dice, «muchas cosas cambiarán».
«A partir de ahí podré ayudar a la Iglesia, al mundo, a todos de la mejor manera posible. Y, naturalmente, salvar a Brasil del comunismo y de la sangrienta guerra civil», sostiene, refiriéndose a los castigos mencionados en la supuesta aparición de Nuestra Señora en Vila de Cimbres, en la localidad de Pesqueira.
En estas apariciones producidas en 1936, la Virgen habría advertido a dos niñas, Maria da Luz y Maria da Conceição sobre tres castigos que serían enviados por Dios pidiendo oración y penitencia. Tras lo sucedido en el lugar se construyó un santuario y actualmente estas apariciones si bien fueron aceptadas por el obispo de la diócesis, José Luis Ferreira, la Iglesia no las aprobó oficialmente.
Pero volviendo a Mequinho, tras recuperarse de su grave enfermedad no volvió a los tableros hasta después de doce años. Entonces ya no estaba al mismo nivel pero eso no le impidió participar con Brasil en dos Olimpiadas, Novi Sad en 2002 y en España, en la localidad balear de Calviá en 2004.
Además ha ganado diferentes torneos y participó en el Campeonato brasileño absoluto, llegando al tercer lugar en 2011 y a semifinales en 2018.
El periodista de A Folha de Sao Paulo, Uira Machado está terminando actualmente un libro biográfico sobre Mequinho que se publicará por la editorial brasileña Todavia.
En 1973 el ajedrecista ya publicó ‘Iniciación en el ajedrez’ y ‘Fischer-Spassky, el enfrentamiento del siglo’. Muy posteriormente se editó ‘Mequinho: el ajedrez de un gran maestro’, en 2010, junto a Adriano Caldeira. Fuera de los 64 escaques escribió otra obra en 1992, ‘Cómo Jesucristo salvó mi vida’ que se convirtió en éxito de ventas con un total de seis ediciones.
