Una investigación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha descubierto que las células sanas del páncreas mantienen inhibida la inflamación gracias a un gen llamado NR5A2. Mediante este hallazgo se puede comprender el origen de los tumores pancreáticos y puede sugerir nuevas estrategias para mejorar mediante la prevención el cáncer.
Gracias a conocer el mecanismo que controla la inflamación de un gen llamado NR5A2 los investigadores han estudiado a fondo su función en ratones y después han comprobado que los resultados son extrapolables a humanos.
Cuando tenemos una alteración en el organismo, la inflamación es una respuesta de defensa del mismo. Si esta persiste en el tiempo puede ser perjudicial y además nos puede predisponer al cáncer. De ahí que la relación entre cáncer e inflamación sea una de las razones por las cuales, en el cáncer de páncreas, debido a la inflamación crónica se desarrolle el tumor.
El cambio de paradigma sugiere que si la inflamación se mantiene inhibida, el resultado es que el tejido sano hace que se suprima y por tanto, permanece intacto. En el páncreas, los mecanismos moleculares implicados en las funciones normales del tejido sano, harán que al menos, no exista la posibilidad de que se vuelva propenso a desarrollar un cáncer inducido por mutaciones en el gen KRAS; un gen clave en estos tumores.
“Vemos que cuando las células no se diferencian correctamente se produce un estado de pre-inflamación, y sabemos que en ese contexto las células son más sensibles a mutaciones en KRAS; es como si las células se colocaran en una parrilla de salida para la inflamación y el cáncer”, explica un científico.
Se ha comprobado que cuando en los ratones hay niveles normales de NR5A2, se suprimen los fenómenos inflamatorios y si bajan, se activan programas inflamatorios y aumenta por tanto, el riesgo de desarrollar el cáncer de páncreas. De hecho, en la investigación se ha concluido que no basta con portar esas variantes del gen, en algunas personas si se dispara en las etapas iniciales la inflamación sí pueden padecer cáncer pero deben concurrir otras mutaciones en KRAS.
En este sentido, se ha comprobado que los pacientes con cáncer de páncreas tienen una predisposición genética, mutaciones en el gen KRAS y pancreatitis en los estadios previos. A partir de ahora la investigación dará lugar a una vinculación genética entre inflamación y cáncer y podrá justificarse en otros cánceres. El de peor pronóstico sin duda, es el cáncer de páncreas debido en parte a un diagnóstico tardío.
Los investigadores auguran que si se detectara en los estadios iniciales posiblemente gracias a la inflamación se permitiria a los médicos saber si es necesario biopsiar el páncreas y con él detectar el estado preinflamatorio en sangre. Esto se probará en ratones y posteriormente en humanos.
Una puerta a la esperanza de un cáncer agresivo que actualmente tiene pocas posibilidades de cura con éxito.