«La corrupción mina la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas y en el estado de derecho, daña la economía europea y priva a los Estados de unos ingresos fiscales muy necesarios», ha señalado Cecilia Malmström, comisaria de Asuntos de Interior, en la presentación de un primer Informe sobre la lucha contra la corrupción en la UE
«Los Estados miembros han hecho mucho estos últimos años para combatir la corrupción, pero el Informe muestra que no es suficiente. El Informe sugiere qué puede hacerse, y espero trabajar con los Estados miembros en su seguimiento», añade Cecilia Malmström.
El Informe sobre la lucha contra la corrupción en la UE explica la situación en cada uno de los Estados miembros: qué medidas de lucha contra la corrupción se han tomado, cuáles funcionan bien, qué puede mejorarse y cómo.
El Informe muestra que la naturaleza y el nivel de corrupción, así como la eficacia de las medidas adoptadas para combatirla, varían de un Estado miembro a otro. También pone de manifiesto que la corrupción merece mayor atención en todos los Estados miembros.
Así lo indican los resultados de un Eurobarómetro publicado hoy sobre la actitud de los europeos en relación con la corrupción. La encuesta muestra que tres cuartas partes de los europeos (76 %) creen que la corrupción está muy extendida, y más de la mitad (56 %) cree que el nivel de corrupción en su país ha aumentado durante los tres últimos años. Uno de cada doce europeos (8 %) afirma que ha vivido o presenciado un caso de corrupción en el último año.
Estas son algunas de las principales tendencias de a la corrupción en la UE:
1. Mecanismos de control
Uso de medidas preventivas (por ejemplo, normas éticas, medidas de sensibilización, fácil acceso a la información de interés público). Existen grandes diferencias entre los Estados miembros en la prevención de la corrupción. En algunos, una prevención eficaz ha contribuido a una sólida reputación de ausencia de corrupción; otros han aplicado políticas de prevención de forma desigual y con resultados limitados.
Mecanismos de control externo e interno. En muchos Estados miembros, los controles internos de los procedimientos de los entes públicos (sobre todo a nivel local) son débiles y carecen de coordinación.
Conflictos de intereses. Las normas sobre los conflictos de intereses varían en la UE, y los mecanismos de control de las declaraciones de conflicto de intereses son a menudo insuficientes. Raramente se sancionan, y con poco rigor, las vulneraciones de las normas.
2. Acción penal y castigo
El Derecho penal que tipifica la corrupción como delito está extensamente implantado y cumple las normas del Consejo de Europa, las Naciones Unidas y la legislación de la UE. No obstante, la Decisión marco 2003/568/JAI de la UE ha sido incorporada por los Estados miembros al Derecho nacional de manera desigual.
La eficacia de la coerción y la acción penal en la investigación de la corrupción varía considerablemente entre los países de la UE. Pueden verse resultados sobresalientes en algunos Estados miembros. En otros, la acción penal es escasa o las investigaciones son muy largas.
Faltan estadísticas generales sobre los delitos de corrupción en la mayoría de los Estados miembros, lo que dificulta la comparación y evaluación. Las normas procesales, incluidas las normas sobre el levantamiento de la inmunidad de los políticos, obstruyen la investigación de los casos de corrupción en algunos Estados miembros.
3. Dimensión política
Responsabilidad política. La integridad en la política sigue siendo una asignatura para muchos Estados miembros. Escasean o son de corto alcance, por ejemplo, los códigos de conducta de los partidos políticos o asambleas elegidas a nivel central o local.
Financiación de los partidos políticos. Aunque muchos Estados miembros han adoptado medidas más rigurosas sobre la financiación de los partidos políticos, sigue habiendo considerables deficiencias. Raramente se imponen en la UE sanciones disuasorias de la financiación ilegal de los partidos.
4. Zonas de riesgo
En los Estados miembros, los riesgos de corrupción son por lo general mayores a nivel regional y local, donde los controles y equilibrios y las auditorías suelen ser menos estrictos que a nivel central.
El desarrollo urbano, la construcción y la sanidad son sectores vulnerables a la corrupción en numerosos Estados miembros.
Existen algunas deficiencias en la supervisión de las empresas estatales, que acrecientan la vulnerabilidad a la corrupción.
La pequeña corrupción sigue siendo un problema extendido únicamente en algunos Estados miembros.
Contratación pública: un sector vulnerable a la corrupción
El Informe incluye un capítulo especial sobre la contratación pública. Se trata de un sector muy importante para la economía de la UE, en el que los organismos públicos gastan cada año aproximadamente la quinta parte del PIB de la UE en la adquisición de bienes, obras y servicios. Es también un sector propenso a la corrupción.
El Informe reclama normas de integridad más rigurosas en el ámbito de la contratación pública y sugiere mejoras de los mecanismos de control en algunos Estados miembros. Puede encontrarse información detallada, así como aspectos específicos para considerar con mayor detenimiento, en los capítulos dedicados a los países.
Corrupción política y económica, cuento de nunca acabar; hoy las resaltamos con estos apellidos modernos porque justamente son las de mayores prejuicios para los demás, como porque se hacen desde funciones de más poder. Esto «por un puñado de dólares» o «por unos dólares más» (los dólares son euros, pesos, guineas, o cualquier cosa que se nos ocurra o sepamos que equivalga a dinero).
Junto a toda la entelequia de sanciones, controles, transparencias, etc., lo que debe también hacerse es un esfuerzo de elevación de la moral y la calidad de la Conciencia de las personas y, particularmente de los líderes.
Empezando por hacer un gran esfuerzo en nosotros mismos. La corrupción se hace notar cuando el que la ejerce es un «pez gordo», pero todos los días y a cada rato hay actos similares de toda índole en detallismos: comerciantes que no dan boleta; oficinistas que se llevan para la casa sobres y materiales de sus empresas; obreros que se llevan cemento de obras que construyen para otros, sustrayéndolo; no cumpliendo horarios laborales, etc., etc.