Hace unas semanas les decía que más que el estudio y la investigación fueron los juegos de mesa el factor que nos ayudó a evolucionar como especie, y acabo de leer que también lo hicieron la compasión y cuidados que brindamos a los más débiles.
Tina fue una niña neandertal con síndrome de Down, escribió Cristina J. Orgaz para un artículo que la BBC publicó este 7 de julio 2024, y da cuenta de la teoría científica que asegura que la vida en sociedad y el cuidado de los demás, es probablemente lo que ha permitido a nuestra especie sobrevivir y evolucionar a lo largo de miles de millones de años.
Tesis reforzada por el resultado de una reciente investigación efectuada en España y centrada en un fragmento de hueso cuyas inusuales características, llamaron la atención de los paleontólogos.
El hallazgo ocurrió en el yacimiento rupestre de Cova Negra, cerca de la ciudad española de Valencia; donde en 1989 se descubrió un fragmento de hueso de cinco centímetros que procedía del oído interno de un pequeño neandertal de seis años.
Y aunque no ha podido descifrarse, si era de niña o niño; los paleontólogos bautizaron a su probable dueña, como Tina.
Los científicos aseguran que encontrar una parte del canal auditivo de un neandertal es raro; porque casi siempre los hallazgos son de cráneos, dientes o extremidades.
Los neandertales poblaron Europa durante miles de siglos, hasta que se extinguieron hace cuarenta mil años.
Y ellos y nosotros, los homos sapiens, somos especies distintas de homínidos; venimos de un antepasado común y convivimos un tiempo.
Se estima, que el pedacito de hueso encontrado tiene entre 120.000 y 40.000 años de antigüedad.
«La verdadera sorpresa nos la llevamos con la tomografía porque reveló que esa criatura tenía unas lesiones del nacimiento que se corresponden con el síndrome de Down; que le habrían generado a lo largo de su vida unas deficiencias importantes de salud», informó a BBC Mundo el profesor emérito Valentín Villaverde Bonilla, del departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Valencia, jefe del equipo que excavó Cova Negra.
Villaverde agregó que el síndrome de Down es un trastorno genético en el que la persona tiene un cromosoma extra; anomalía que puede causar distintos grados de discapacidad intelectual, problemas de corazón, digestivos y de otros órganos.
Y que los daños detectados en el fósil indican que Tina habría sufrido inflamaciones frecuentes del oído, sordera, problemas de equilibrio y dificultades de movilidad, y que pese a todo eso llegó a cumplir seis años; edad, que supera la esperanza de vida de los niños con ese síndrome en la población prehistórica.
Eso, los llevó a deducir que no solo recibió cuidados especiales de su madre sino de otros miembros del grupo social de cazadores-recolectores, que se movían mucho por territorios muy amplios.
Las conclusiones del equipo de paleontólogos españoles fueron publicadas en el ejemplar de este mes de julio 2024 por Science Advances; junto a la pregunta clave de si esos cuidados fueron altruistas o interesados para que en un futuro se les devolviera el favor.
El cuidado de personas discapacitadas entre los neandertales se conoce desde hace mucho tiempo, pero algunos autores creen que los cuidados se daban entre individuos capaces de corresponder el favor, mientras otros sostienen que cuidaban por un sentimiento de compasión.
Las excavaciones de Cova Negra, han sido claves para conocer el modo de vida de los neandertales de la vertiente mediterránea ibérica.
BBC Mundo entrevistó también a Mercedes Conde Valverde, investigadora de la Cátedra de Otacústica Evolutiva de HM Hospitales y la Universidad de Alcalá, que encabezó al equipo de investigadores españoles encargados de analizar el fragmento.
«Existen restos de otros individuos neandertales con patologías que probablemente requirieron de la ayuda del grupo, especificó, pero eran adultos y con patologías con las que no nacieron, como heridas, enfermedades, huesos rotos y otros traumatismos; pero el de Tina es caso excepcional porque nació con el Síndrome de Down».
El debate científico se centraba en si se ayudaba por gusto o compasión o era comportamiento de ayuda recíproca.
Pero en el caso de Tina y de otros niños, no se podía esperar que devolvieran el favor, lo que indica, dicen, que los neandertales tenían comportamientos tan altruistas como el nuestro.
Y como venimos de dos líneas evolutivas diferentes, el tener comportamientos semejantes significa que nuestro antepasado común, que vivió hace un millón de años, seguramente los tenía y por eso ambas líneas lo heredaron», explicó Conde Valverde.
