Cancelar dos etapas no debe ser nada fácil para los organizadores del Rally Dakar, pero son decisiones que se toman para cuidar a pilotos, público, prensa, y en general preservar el espectáculo, informa para Andes el piloto ecuatoriano Sebastián Guayasamín.
Inicio del Rally Dakar 2016. Foto: Sebastián Guayasamín/ANDES
La seguridad primero. La organización del rally promociona al Dakar como “la carrera más peligrosa del mundo”, sin embargo trabajan duro para que el riesgo sea lo menor posible, dentro de la locura que tiene el Dakar de cajón.
En el prólogo del sábado, 2 de enero de 2016, vimos como un supuesto “descuido” de un piloto causó 10 heridos. Los afectados estaban dentro de la zona de espectadores que delimita la organización como “segura” para ver el rally, pero en el Dakar todo tiene riesgo.
En minutos llegaron ambulancias, policías, y helicópteros de rescate; y estabilizaron a las víctimas, las cuales están estables y en recuperación. Ver este tipo de rescate en persona es algo impresionante, y prueba que los planes de contingencia del rally Dakar funcionan y salvan vidas.
Este domingo, 3 de enero de 2016, las fuertes lluvias suspendieron la primera etapa.
Recuerdo la primera etapa del Rally Dakar Series Ruta 40 del 2013, que fue mi primera carrera internacional FIA (ya se imaginaran los nervios), estábamos en la fila para salir, y Nani Roma, ganador de varios dakares, nos informaba que se suspendía la etapa por la lluvia.
Es una sensación frustrante, porque te has preparado con tiempo, estas con todo listo, y aceptar que no vas a correr es duro para un piloto. Sin embargo, mientras creces como piloto profesional, entendemos mejor estas decisiones y sabemos que la vida es más importante que una carrera.
Para este lunes 4 de enero de 2016, el Dakar tiene una etapa de 858 km, con un tramo cronometrado de 521 km. Es la segunda etapa más larga de esta edición, y hay pilotos que aún no han podido hacer ni un km. Va a estar muy duro para todos, esperemos que el clima acompañe al espectáculo.