Aunque seguimos con cifras alarmantes de obesidad, lo cierto es que la población española se preocupa cada vez más de la dieta y del ejercicio para mantener su peso. La verdad es que en vacaciones se come más, se duerme más, se descansa sin estar cansado y se come sin hambre. Todo ello, durante cerca de un mes, hace que el 55 % de la población adulta tenga sobrepeso y un 45 % la infantil.
Si seguir una dieta es complicado, cambiar los hábitos de alimentación mucho más. Por ello, las personas que se meten de nuevo en la vorágine del trabajo, la falta de tiempo y el estrés se ven sujetas a la compra compulsiva de dietas milagro que prometen que esos kilos de más desaparezcan de un plumazo. Esas dietas, que por lo general son autoprescritas, son inadecuadas para la salud y presentan efectos tremendamente adversos para la misma. La bajada del consumo de verduras, frutas y hortalizas frente a la subida de platos preparados y comida basura ha sido espectacular el año pasado es una de las razones de la subida exponencial de peso pero también lo es el poco ejercicio físico que se realiza a diario. Pero, ¿qué hay detrás de las dietas milagro? ¿es posible perder peso en un mes?
La promoción de una alimentación sana y equilibrada procurada y prescrita por personas sin conocimientos científicos para pautar batidos, sopas u otras fórmulas express, hace que debida a la restricción de la energía así como a la deficiencia en la ingesta de vitaminas y minerales, sumada a la alteración del metabolismo hace que usted esté poniendo en peligro su salud.
Si se trata de una dieta hipocalórica, el organismo reacciona compensando la falta de energía recibida con un aumento de la destrucción de las proteínas corporales para que sean fuente alternativa de energía. Eso supondrá que exista una pérdida de masa muscular y por ello, usted verá que la báscula baja rápidamente y asociará a que está perdiendo grasa. El tejido muscular rico en agua hará que usted note que está más ligero, más «delgado». Nada menos cierto.
Si a ese problema de la pérdida de peso se le añade que en cuanto hemos perdido algo volvemos a comer mal, el efecto rebote; llamado yo-yo, hace que se pongan en marcha mecanismos nerviosos y hormonales que se oponen a la pérdida de peso; esto supondrá que tenga un incremento del apetito y un mayor ahorro energético por su alteración del metabolismo basal.
Pero, ¿sabríamos distinguir si es milagro o no? Sí porque prometen perder 5 kg al mes o más, porque se llevan sin esfuerzo y permiten comer de todo, y porque no entrañan riesgos para la salud.
Las dietas hipocalóricas que no son equilibradas son las llamadas, Cero, Gourmet, tomar la mitad.
Las dietas disociativas, conocidas por Montignac, Antidieta, Dieta Hollywood, o dieta Hay o disociada, se basan en el fundamento de que los alimentos no contribuyen al aumento de peso por si solos sino según se combinen. No se limitan la ingesta de alimentos energéticos sino que pretenden imepdir su aprovechamiento como fuente de energía con la disociación. Esta teoría carece también de fundamento científico ya que los resultados obtenidos solo obedecen a un mayor consumo de energía. De hecho, ningún alimento contiene solo proteínas o hidratos de carbono.
Estas dietas puede ocasionar ciertos efectos secundarios como la excesiva rapidez en la pérdida de peso, deficiencia de minerales, vitaminas y fibra, aumento del ácido úrico y del colesterol, así como mal sabor de boca. Un desequilibrio entre el aporte excesivo de proteínas e insuficiente de hidratos de carbono puede ocasionar descalcificación ósea y daños renales por exceso de nitrógeno. También pueden causar fatiga y mareos por falta de hidratos de carbono, ya que la glucosa, es la fuente de energía preferida por el organismo. El contenido proteico de esta dieta es superior al doble de lo recomendado (entre un 10-15% de la energía que aporta la dieta debe proceder de las proteínas), lo que puede suponer, además de una sobrecarga renal, una ingestión insuficiente de otros nutrientes esenciales, y se pueden aumentar los niveles de ácido úrico y pueden provocar ataques de gota en personas con hiperuricemia (niveles de ácido úrico alto).
Las dietas excluyentes; la más conocida es la de Dukan, Haas, proteína líquida, Scaardale, Atkins, Alcachofa, etc. Algunas solo son ricas en proteínas y no tienen hidratos de carbono, lo que hace que se produzca una sobrecarga renal y hepática muy importante. Otras, son ricas en grasas; las llamadas cetogénicas que pueden llegar a ser muy peligrosas para la salud por las graves alteraciones que produce en el metabolismo ya que se retiran los hidratos de carbono y se potencian las proteínas y las grasas de forma que la insulina, para los que prescriben esta dieta, es la culpable del aumento de peso y por ello al estimular con la ingesta de grasa la acetona, se suprime la sensación de hambre.
Cuando el organismo no dispone de este nutriente para obtener energía empieza a quemar las grasas por una ruta metabólica particular, produciendo los llamados cuerpos cetónicos, que se utilizarán como fuente energética a falta de hidratos de carbono. El resultado es el aumento en sangre de cuerpos cetónicos y sus productos de desecho, entre ellos la acetona. Este tipo de dieta provoca la falta de apetito, halitosis o acetona en el aliento, estreñimiento, aumento del colesterol sanguíneo, aumento de los niveles de ácido úrico y, en algunas situaciones, riesgo cardiovascular por el excesivo de consumo de grasas o sobrecarga del riñón por el exagerado consumo de proteínas.
Lo cierto es que milagros y dieta no están asociados en ningún régimen alimenticio. Es importante ingerir al menos 400 gramos/día de verduras, frutas, hortalizas y dividirlas en cinco raciones al día. Una dieta equilibrada supone la ingesta de proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas y minerales para que no se ocasionen trastornos derivados por carencias ni excesos. Y una cosa más; andar media hora al día e ir incrementando la actividad física diaria será lo que haga que su dieta sea efectiva y que en un año, al verano próximo pueda decir que ha encontrado una que sí es un milagro. Constancia, comer bien, equilibradamente y deporte todos los días sin dejar uno.
