La Fundéu semala que la palabra dron (plural drones) puede considerarse una adaptación válida al español del sustantivo inglés drone (literalmente zángano), con el que se designa a diversos tipos de vehículos aéreos no tripulados.
En los medios de comunicación es frecuente encontrar frases como «Un drone le llevará su pedido a casa», «Naciones Unidas estrena en África los primeros ‘drones’ para misiones de paz» o «Un ‘drone’ para controlar la inmigración y evitar incendios».
De hecho, la propia Fundéu daba por bueno el término drone en su Recomendación del 19 de junio de 2012: “drone es ‘avión no tripulado’”.
En una primera etapa, este término aludía a aparatos básicamente de uso militar y con aspecto similar al de un avión, por lo que se extendió como alternativa al término procedente del inglés la expresión avión no tripulado, que puede considerarse adecuada en muchos casos.
No obstante, en los últimos tiempos han surgido otros vehículos que no guardan apenas semejanza con los aviones. Para ellos pueden emplearse expresiones más genéricas como vehículos aéreos no tripulados o robots voladores, según los casos.
Dada su expansión, el término drone puede asimilarse como palabra española con el singular dron, que refleja la pronunciación más extendida, de plural regular drones; al tratarse de una adaptación al español, no es preciso destacarla con cursivas ni comillas.
Así, en los casos anteriores, habría sido preferible escribir «Un dron le llevará su pedido a casa», «Naciones Unidas estrena en África los primeros drones para misiones de paz» y «Un dron para controlar la inmigración y evitar incendios».
Si, en todo caso, se prefiere utilizar el término original en inglés drone (terminado en e), se recuerda que lo apropiado es resaltarlo en cursiva o entre comillas por tratarse entonces de un extranjerismo no adaptado