El Ministerio de la Política Informativa de Ucrania, conocido irónicamente como el “ministerio de la Verdad”, encargado entre otras cosas de ganar la guerra de la información en Rusia (visto que de momento no parece que el país vaya a ganar la otra, más convencional, con soldados y carros de combate), ha creado una página web destinada al reclutamiento de usuarios ucranianos de publicaciones digitales y redes sociales con el objetivo de poner en pie un auténtico “ejército en Internet” que, naturalmente, estará al servicio del gobierno de Ucranis, informa Tetyana Lokot en el digital Global Voices Online.
El ministro Yuri Stets ya hizo un ensayo en el mes de enero : una «fuerza de usuarios influyentes de Internet , coordinada por el Estado y trabajando para él» que, en su opinión, “sería un buen arma a usar contra la propaganda y la manipulación rusa en línea.
Ahora el ministerio pone en prácticas esas ideas iniciales de “compartir la información veraz y retorcer el cuello a la falsa” con la creación de la página i-army.org, inaugurada el 23 de febrero de 2015 con el lema “Cada una de vuestras informaciones es una bala en la conciencia del enemigo”, y en la que invita a los usuarios a enviar sus datos personales para integrarse en las filas de los “guerreros» de la información: “Como sabéis –dice el ministerio en la presentación de su web-, se dice que la guerra de Rusia contra Ucrania es híbrida: porque la guerra es real pero la información sobre ella es falsa. Hay muchos frentes abiertos contra nosotros, uno de los más importantes es el de la información”.
i-army tiene también una cuenta en Twitter, “en la que ya ha comenzado a desmentir lo que califica de contrainformación y a educar a los abonados para que reconozcan la propaganda rusa”, y una página de Facebook llena de imágenes retocadas con fotoshop, con el objetivo de atraer “reclutas” para su ejército digital.
Según la información de Global Voices Online, las demandas del Ministerio no encontraron inicialmente eco en los usuarios, que se lo tomaron a chacota y se mantenían escépticos respecto a las intenciones oficiales y los resultados que puede conseguir, por lo que el ministro ha optado por hacer público un comunicado indicando que “el objetivo principal de ese ejército es movilizar a los internautas para combatir a los robots rusos que difunden noticias falsas y la presión informativa y psicológica que llega de los medios de comunicación rusos” y reitera la esperanza de que el proyecto movilice a muchos voluntarios “para expandir la verdad y explicar la desinformación rusa”.
El «Ejército Ucraniano de Internet» estará dirigido por un conocido bloguero ucraniano, Oleksandr Barabochko (alias Krus), contratado recientemente como consejero del ministro. En una entrevista con radio Liberty, el ministro Stets aseguró que más de 200.000 internautas se han sumado al operativo, y que entre ellos se encuentran varios blogueros influyentes. Los ya inscritos han recibido varios correos electrónicos, procedentes del mando del ejército de Internet, informándoles de las primeras misiones: reclutar a sus amigos y conocidos y colgar comentarios a los artículos publicados en las páginas rusas que están a favor de las tesis del Kremlin, como LifeNews (canal de televisión 24 horas y página web creados en 2013, leal al régimen de Moscú) por ejemplo.
Los mensajes incluyen consejos para actuar frente a “los trolls del Kremlin” -no intentar nunca discutir con ellos- y advierten de los peligros de reenviar informaciones procedentes de esas páginas «controladas directamente por el Kremlin”.
Muchos periodistas, escribe Tetyana Lokot, han criticado la idea de una guerra informativa dirigida por el gobierno. La reportera y activista Natali Sokolenko ha manifestado que “el apoyo ministerial desacredita la iniciativa”: “Se trata de una fórmula burocrática que ha nacido muerta”. Muchos comentarios sobre la idea consideran que se trata de un derroche presupuestario y un intento de arañar un poco más la libertad de expresión en el país.
Algunos grupos de voluntarios ucranianos, añade la autora de la información, a su modesta manera ya están comprometidos en una guerra informativa pirateando webcams e impresoras o recogiendo datos sobre los movimientos de las tropas rebeldes, “la desconfianza hacia el gobierno y el ministerio impiden creer que pueda tener éxito este ejército de Internet, destinado a combatir a los trolls del Kremlin con sus propias armas”.