Los misioneros homófobos en Uganda son extremistas religiosos o evangelicales ultras, no ‘evangelistas’
El apoyo de grupos ultras del entorno de las misiones del evangelicalismo pentecostal estadounidense a la ley antihomosexual en Uganda vuelve a poner lamentablemente en circulación un ‘palabro’ totalmente inadecuado: ‘evangelistas’ para designar a los cristianos evangélicos del ala ideológica más conservadora, los que en el mundo de habla inglesa se conoce como evangelicals, en contraposición a la esencia de respeto y tolerancia del protestantismo histórico.
Evangelistas son los autores de los cuatro Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Los creyentes de las distintas tradiciones del protestantismo -luteranos, calvinistas, reformados, bautistas, menonitas, hermanos, presbiterianos, metodistas, pentecostales, carismáticos…- se acogen al denominador común de ‘evangélicos’.
Los más radicales en sus posicionamientos no tanto doctrinales como ideológicos y de moralidad en la derecha religiosa*, si bien parten en origen de movimientos del pietismo conservador evangelical, se encuadran más en lo que cabe identificar como extremistas religiosos o evangelicales ultras, pues nada tienen que ver con el común de los creyentes protestantes, para quienes el respeto a las opiniones ajenas y la práctica de la tolerancia y la lucha por la libertad religiosa y de conciencia para todos son signos distintivos inequívocos.
*Responden al retrato robot del Tea Party: apoyo al ultraliberalismo económico; insensibilidad ante la pena de muerte o apoyo, cuando no incluso instigación a la misma, como en algunos casos extremos estos días en Uganda; sobre todo ese síndrome enfermizo por controlar de manera obsesiva “la moral de la entrepierna”.