Penalti es la adaptación gráfica del anglicismo penalty, ‘máxima sanción que se aplica a ciertas faltas del juego cometidas por un equipo dentro de su área’, de acuerdo con la definición de la Real Academia Española.
Sin embargo, señala Fundéu citando un ejemplo tan reciente como el penalti inexistente que el árbitro regaló a Brasil en el partido inaugural deel Mundial de fútbol, en los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «Un penalty de escándalo permitió a Brasil iniciar el Mundial con una victoria», «Fred se deja caer y el árbitro se inventa un penalty inexistente» o «Nishimura señaló un penalty que solo él vio».
De acuerdo con la Academia, «es ajena a la ortografía del español la presencia de -y a final de palabra precedida de consonante», por lo que lo apropiado es escribir penalti, con i latina.
Por otra parte, el Diccionario panhispánico de dudas señala que se trata de una palabra llana, por lo que se pronuncia /penálti/, no /pénalti/. Además, recoge como variantes penal, que es la forma extendida en América, o pena máxima.
Por tanto, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «Un penalti de escándalo permitió a Brasil iniciar el Mundial con una victoria», «Fred se deja caer y el árbitro se inventa un penalti inexistente» y «Nishimura señaló un penalti que solo él vio».
El plural de este sustantivo es penaltis, no penalties ni penaltys.
Para mí el dilema es sencillo, es un penal, forma que me resulta más adecuada y natural al uso del español. Penalty es un «préstamo lingüístico» y como tal preferiría dejarlo igual, pero si ha pasado largo tiempo lo «castellanizaría» puesto que se ha incorporado definitivamente como un término español más.