«Pájaros de verano» película colombiana realizada al alimón por la pareja Cristina Gallego y Ciro Guerra, es al mismo tiempo su cuarto largometraje de ficción, y la primera vez que Cristina se lanza en la realización, pues hasta la fecha había acompañado la carrera de Ciro desde la producción y la creación artística, desde sus comienzos juntos con «La sombra del caminante» en 2004, cuando ganaron en San Sebastián el premio de «cine en construcción».
Después vinieron en 2009 “Los viajes del viento”, y “El abrazo de la serpiente”, ambas seleccionadas en el festival de Cannes, y esta última nominada a los Oscar de Hollywood.
El éxito de “El abrazo de la serpiente” hizo posible la producción de “Pájaros de verano”, una idea original de Cristina Gallego, que fue madurando con los años desde el rodaje de su anterior película. A partir de la tradición oral, de diversas historias relatadas, pero también literaria como la novela “Leopardo al sol” de Laura Restrepo, el guion de “Pájaros de verano” se fue construyendo como una mezcla deliberada de géneros, que va de lo antropológico, muy seriamente documentado en las tradiciones de los indígenas wayuu, hasta el cine de gánsteres, el western, el cine de acción, pasando por la tradición literaria del realismo mágico.
Rodada en color, enteramente en lengua wayuu, y desde el punto de vista de sus fuertes personajes femeninos, el tándem Gallego/Guerra han logrado así un resultado de gran autenticidad en esa mezcla de géneros. Un relato siempre coherente en esa relación entre la ética y estética de estos pájaros de mal agüero colombianos, cuya historia trágica es una evidente metáfora sobre la violencia en la sociedad colombiana, su guerra civil y el nacimiento y desarrollo del narcotráfico.
El guion bien estructurado en cinco actos, o capítulos, a la manera de una tragedia griega, va puntuado con genuinas canciones y música, que acompañan la hierba salvaje, las tumbas, la prosperidad, la guerra y el limbo de esa época conocida como la bonanza marimbera, en donde el tráfico de marihuana fue envenenando las tradiciones ancestrales de la comunidad indígena, como preámbulo al desarrollo del narcotráfico en Colombia.
La muy cuidada dirección artística y el ajustado casting de profesionales y no profesionales, confiere gran autenticidad a esta ficción, que mezcla el carácter etnográfico con ritos, tradiciones y supersticiones de los indios Wayuu, y la historia trágica de esa familia, con personajes de marcado carisma como la actriz teatral Carmina Martínez afincada en Bogotá, pero nacida precisamente en la Guajira, que interpreta el papel de Úrsula, un guiño por cierto a uno de los personajes femeninos de Cien años de soledad de García Márquez.
Destaquemos también al actor José Vicente Cotes, quIeN trabaja con grupos de teatro wayuu, y que interpreta el papel del palabrero, el tío Peregrino, símbolo de las tradiciones y del sentido del honor del pueblo wayuu.
El paso de Cristina Gallego a la realización ha aportado sin duda un valor añadido a la filmografía siempre interesante de Ciro Guerra.
Con motivo del estreno de la película en Francia, hemos conversado con Cristina Gallego, que reivindica su autoría en esta película, aunque estimando que su aportación se complementa bien con la de Ciro Guerra: “Somos muy diferentes, en nuestra manera de ver las cosas, pero complementarios” afirma.