Portugal elegirá en 2023 la sede de su Capital Europea de la Cultura 2027. En esta carrera hay un total de doce ciudades: Viana do Castelo, Funchal, Leiria, Faro, Évora, Coimbra, Aveiro, Braga, Guarda, Oeiras así como Funchal (isla de Madeira) y Ponta Delgada (islas Azores).
De las citadas, son tres las que tienen además consideración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por algún motivo, así el centro histórico de Évora; la Universidad de Coimbra y el Santuario del Bom Jesus do Monte de Braga.
En su apoyo a una u otra candidatura, y con las elecciones municipales (autárquicas como se las conoce allí) recién celebradas, hay que reseñar que distintas autonomías, municipios, e incluso medios españoles, también han mostrado su preferencia en esta carrera que terminará en 2023.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo, acudió a Braga a apoyar la candidatura del candidato conservador y alcalde, Ricardo Río, quien salió finalmente reelegido, y mostró públicamente su apoyo para que consiga la Capital Europea de la Cultura 2027. Ya el año pasado el dirigente gallego se había manifestado en el mismo sentido.
Ahora en sus declaraciones aseguró que Braga «será un importante eje cultural en Europa», añadiendo : «La Capital de la Cultura del Eje Atlántico asume un papel crucial en la promoción de la cultura de ambas regiones, fomentando un puente de conexión y proyectos importantes entre artistas y creadores».
Finalmente recordó que 2027 es Año Jacobeo con lo que se pueden unir ambos acontecimientos. Hay que recordar la importancia religiosa de Braga en Portugal considerada la ‘Roma portuguesa’ por el alto número de iglesias existentes en la localidad, que alberga una Universidad Católica además de la pública del Minho.
Por su parte, el consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, acudió a Salamanca hace un mes para mostrar su respaldo a Guarda, con la firma añadida de dos municipios, uno de ellos, Béjar, hermanado precisamente con Guarda, además de Ciudad Rodrigo, que aspira a poder ser subsede.
En este sentido los dos municipios salmantinos, cercanos a Guarda, pretenden fortalecer la cooperación con proyectos conjuntos artísticos y culturales transfronterizos, la intención es que toda la región cercana salga beneficiada.
Por su parte, Viana do Castelo afirma haber recibido también apoyos desde España, en concreto, de tres ciudades gallegas, Ferrol, A Coruña y Pontevedra, además de la vasca San Sebastián, que fue la última Capital de Cultura Europea por parte de España, en 2016.
Pero además de instituciones, también juegan medios de comunicación, así Évora, capital del Alentejo, destaca que ha sido promocionada gracias a una reciente mención efectuada por el diario español El País.
En todo caso, las ciudades portuguesas siguen presentando iniciativas, como Coimbra, que quiere crear un Polo Europeo del Museo de la Lengua Portuguesa existente en Sao Paulo, buscando un respaldo brasileño; Faro ha lanzado la campaña ‘Marafados para ganhar’ mientras que Aveiro destaca su festival ‘Aveiro Teech Week’, dedicado a la tecnología, arte y cultura.
No obstante, en esta elección, la población no está muy implicada en otras localidades portuguesas, una encuesta muy reciente en Leiria señala que casi la mitad de su población, un 41 por ciento desconocían su candidatura.
La elección de la ciudad ganadora la hará un jurado compuesto por diez expertos independientes, nominados por las instituciones europeas, entre los que Portugal elegirá dos. En 2023, se anunciará el ganador de la Capital Europea de la Cultura lusa, que obtendrá 25 millones de euros, y que compartirá en 2027 con una ciudad letona (hay cinco candidatas, Kuldiga, Cesis, Daugavpils, Jürmala y Liepāja).
Hay que recordar que será la cuarta Capital Europea de la Cultura para Portugal desde su incorporación a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986, a la par que España.
El nombramiento como Ciudad Europea de la Cultura se inició en el año 1985 con Atenas, y ya, con el cambio de siglo, en el año 2000 pasó a denominarse Capital Europea de la Cultura, coincidiendo además en el año que fue una multisede con nueve ciudades, entre ellas la española Santiago de Compostela. A partir de entonces ya se eligen dos localidades de distintos países comunitarios cada año.
En Portugal han ostentado este título Lisboa (1994), Oporto (2001) y Guimarães (2012).
