Ayer lunes, los medios mexicanos destacaban en su portada los últimos acontecimientos de Michoacán: ejecuciones de ciudadanos, detenciones de narcos, medidas gubernamentales, declaraciones de gobernadores… De repente, todo el mundo parece estar en posesión de la auténtica razón y de los mayores éxitos.
Tras el recientísimo nombramiento del nuevo coordinador de la Policía Ministerial, el teniente coronel Carlos Manuel Salcedo Carrillo, cuya misión es estrechar la colaboración con instituciones del sector a nivel estatal y federal, el Gobierno esperaba tener un cierto control de la zona (“fortalecer el Estado de derecho”), pero los hechos están demostrando que se le puede escapar de las manos la pacificación.
Salcedo se había desempeñado hasta ahora como comandante de fuerzas especiales en el Ejército mexicano y coordinador de cursos de fuerzas especiales, y está muy preparado en técnicas de antiterrorismo.
Debido al incremento de los efectivos militares y a la supuesta colaboración de los grupos de autodefensa para identificar, perseguir y detener a los criminales, durante unos días el crimen organizado parecía más preocupado por huir que por ajustar algunas cuentas (las decapitaciones son una de sus especialidades). Sin embargo, ha sido una ilusión, pues ayer se encontraron ejecutadas a cinco personas en el municipio de Susupuato (Michoacán). Entre ellas se encontraba un bebé de un mes, un menor de aproximadamente dos años, una mujer de entre 55 y 60 años, otra de 25, y un hombre de 30.
Por otro lado, parece que ha cambiado la actitud inicial de los efectivos policiales que llegaron para “pacificar” la zona, pues en un principio parecían proteger a los narcos, a tenor de los disparos efectuados contra la población el pasado día 14, cuando una patrulla militar disparó contra varias personas en Antúnez, Parácuaro, matando a tres de sus miembros y a un menor de 11 años, según los comunitarios de Tepalcatepec (dos, según fuentes oficiales). Al menos, la tensión entre la población, los comunitarios y los militares parece ser menor. Aun así, el miedo persiste, lógicamente, si bien hay personas, como el sacerdote de Aparzingán (Gregorio López), que no tienen pelos en la lengua y, con chaleco antibalas y crucifijo en mano, ha denunciado a través de un vídeo al que puso una bomba en la farmacia del pueblo: Nazario Moreno , alias el “El Chayo”.
La caza
La seguridad anda tras los criminales, con mayor o menor suerte, y ya se ha cobrado varias “piezas”, si bien parece más una operación de lavado de imagen, para que se deje de decir que protege a los delincuentes. Básicamente, da la impresión de que no sabe muy bien cómo enfrentarse al problema, pues según los autodefensas, los integrantes de los cárteles se pasean por delante de ellos sin que muevan un dedo. Así y todo, alguno cae.
El pasado día 16, la Procuraduría informó de la detención de dos sujetos en el DF, acusados de ser enlaces de organizaciones criminales para el traslado de droga hacia Estados Unidos. Y ayer, el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido, dijo que habían detenido a 38 presuntos delincuentes en el marco de la estrategia de seguridad, organizada por el gobierno federal en Michoacán. Entre ellos se encuentra Jesús Vásquez Macías, alias El Toro, de 37 años, señalado como uno de los líderes de Los Caballeros Templarios.
El siguiente que puede caer es Servando Gómez, conocido como La Tuta, y máximo representante de los Templarios, aunque él parece estar muy tranquilo, pues se ha permitido el lujo de conceder una entrevista al canal de TV Noticias MundoFox en la cual se presenta como benefactor de los ciudadanos de los pueblos que controlan. Acusa al gobierno y a los políticos de corruptos, ladrones y de criminales, y dice que los que no quieran estar con ellos, que se larguen a EE UU.
http://youtu.be/TkIBT2_-9FA
La misma cadena entrevistó al fundador de grupos de autodefensa, Hipólito Mora, quien cuenta cómo y por qué nacieron: hartos de estar bajo la bota miserable de los narcotraficantes, que se comportaban como dueños y señores de vidas y haciendas, y cansados de que el Gobierno no hiciera nada.
Por otra parte, la Policía Comunitaria de Tepalcatepec, dirigida por el doctor Mireles hasta que la avioneta donde viajaba sufrió un “accidente”, asegura que, el día de autos, éste fue requerido desde la Ciudad de México (DF) por el secretario de Gobernación, el señor Osorio Chong. Por ello fue necesario alquilar un vehículo que permitiera hacer el transporte de forma más rápida y segura que por carretera. Precisamente por apurar el tiempo, aterrizaron de noche, en una pista de tierra, lo que dio lugar al accidente. Por ese motivo, se le trasladó a la capital, donde fue custodiado por la propia policía federal, “para proteger su integridad”, aseguraron. Los rumores de que Mireles se había pasado al enemigo durante su convalecencia, de que había entregado a los comunitarios, fueron insistentes. Incluso, un video supuestamente grabado por Mireles, parecía indicar que les pedía abandonar la lucha. Sin embargo, la realidad es que les alentaba a continuar “hasta que caiga el último narco”. Una vez fuera del hospital y alejado de sus guaruras (guardaespaldas) gubernamentales, el propio Mireles ha declarado que en el video que difundió Televisa, donde llama a sus grupos a dejar las armas, el texto que leyó se lo entregó alguien del gobierno.
“El movimiento comunitario sigue y si sigue”, afirman, puesto que, aunque faltara alguno de los líderes actuales (Mireles, Hipólito Mora, Estanislao Beltrán…) detrás de ellos “existen miles”. No obstante, en estos momentos están dejando trabajar a los profesionales, a quienes observan atentamente. “Los militares nos aseguraron trabajar, pero no han demostrado trabajo, y los federales si se ve que le están echando ganas”, confirmaba uno de sus portavoces la noche del lunes.
Pueblos “pacificados”
Los autodefensas controlan (o controlaban hasta hace unos días) once entidades de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y el Estado de México. En Michoacán se tiene un registro de 44 grupos ubicados en 45 regiones de 19 municipios, según la Confederación Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
La agrupación armada con mayor expansión es la Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero, (21 localidades), seguido por la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (15), la Unión de Pueblos de la Costa Grande (4), la Coordinadora Regional de Seguridad y Justicia-Policía Ciudadana y Popular (3), la Policía Ciudadana de Olinalá (1) y el Movimiento Aplaxtlense Adrián Castrejón (1) .
En Oaxaca hay dos, y uno de ellos, situado en Santos reyes Nopala, está encabezado por un alcalde priista (del partido gubernamental) y el otro en Juchitánn de Zaragoza. Este último se creó para impedir que la empresa Mareña Renovales construyera un parque eólico.
Por lo que se refiere al Estado de México (el más próximo al Distrito Federal), solamente se tiene constancia de dos grupos.
Como afirmaba John Ackerman, en su columna del lunes, el levantamiento armado de las autodefensas (en Michoacán) demuestra una vez más que las acciones colectivas contundentes desde la sociedad civil son la única forma de, realmente, “mover a México”. Algunos descalifican a los nuevos alzados como una supuesta creación de Enrique Peña Nieto y de su asesor Óscar Naranjo, en su afán por reproducir el “modelo colombiano” en nuestro país. Si ello fuera el caso, literalmente les salió el tiro por la culata a los gobernantes”. Y, sin cortarse un pelo, aseguraba que México no es Colombia y aquí el narcotráfico no está al lado de la guerrilla, sino del Gobierno.
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