La raia, Monçao y Miranda do Douro, resistencia y vinos

Dos localidades portuguesas fronterizas, la conocida como raia, una lo hace con Galicia, Monçao, otra con Castilla y León, Miranda do Douro, aunque separadas más de trescientos kilómetros, tienen distintos aspectos en común, la figura de leyenda en la resistencia a los castellanos en su historia, la presencia de cercanas viñas y de parques naturales.

Monçao

En Monçao la principal festividad es la del Corpus Christi, llamada festa do Corpo de Deus donde se recrea el duelo entre el dragón, denominado la Coca, alegoría del demonio, y el caballero San Jorge, alegoría del arcángel. Se recrea y teatraliza este espectáculo mientras se desarrollan toda serie de actividades lúdicas.

Hay una canción llamada ‘De la leyenda de la Coca’ de Monçao que se inicia: Con la lanza en una mano/ Con la espada en la otra/ San Jorge venció a la Coca/ San Jorge venció al dragón. / En la fiesta del Corpus Christi/ Vive la villa de Monçao/ un día tan especial/ una linda tradición. / (….) Y termina: Un buen año de cosechas/ Un buen año de Alvarinho/ y esta es la leyenda de la Coca/ en Monçao, en el Alto Miño.

La fiesta de la Coca no es patrimonio de Monçao, ya que se pierde en la memoria de los tiempos de la tradición galaico-portuguesa. Así se puede destacar la gallega de Redondela, donde desde 2003 están hermanadas y, aunque a ambos lados de la frontera, se publicitan de forma conjunta.

La villa lusa tuvo una importante fortificación, todavía se conserva parte de sus murallas. Un personaje histórico fue Deu-la-deu Martins, esposa del alcaide local, Vasco de Gómez Abreu, quien, en 1368, defendió el pueblo durante las guerras fernandinas ante los castellanos que la habían cercado.

Entonces con la última harina existente hizo unas cuantas hogazas de pan, y las arrojó a los castellanos dando sensación de abundancia con el mensaje “Si queréis más, avisad”. Ante lo cual los españoles se desanimaron y se retiraron.

Es ese el motivo por el cual aún hoy aparece, en el escudo de armas de esta villa, una mujer sobre una torre teniendo un pan en cada mano. A su alrededor se observa, en una bordadura, la divisa de esta villa, haciendo referencia al nombre de aquella heroína: ‘Deus o deu, Deus o há dado’.

El Museo del Alvarinho abrió en 2015 en la denominada Casa do Curro del siglo XVII. La visita es gratuita y constituye un espacio de promoción, comercialización y degustación del Alvarinho, esa uva que comparten Galicia y Portugal, aunque en el país vecino, cambiando la b por la v, se pueden degustar muy buenos caldos a un precio mucho más asequible. La feria del Alvarinho es a finales de mayo y su homóloga con b, en Cambados se celebra desde hace 57 años y tiene lugar a primeros de agosto.

No hay que olvidar que fue el rey Alfonso III (1210-1279) quien en 1261 ya permitió en un fuero a los habitantes de la villa dedicarse a la producción de las viñas. Dos vinos a destacar dentro de la denominación de origen de los Vinhos Verdes, con la calificación subregión Monçao y Melgaço y que llevan el apellido de Alvarinho: Murallas de Monçao y Deu-la-deu.

Se puede visitar también la Casa Museo de la localidad ubicada en un edificio del siglo XVIII. Como no podía ser de otra manera, Monçao cuenta con una capilla de la Misericordia además de la iglesia matriz, de origen románico donde se encuentra enterrada la conocida Deu-la-deu que además da nombre a la plaza principal de la villa y cuenta con monumento.

A escasos cinco kilómetros se encuentra el Palacio neoclásico de Brejoeira, uno de los más destacados en la ribera del Miño portugués y calificado como Monumento Nacional desde 1919. Unos kilómetros hacia la frontera con Ourense se encuentra la reserva de la biosfera transfronteriza Gerés-Xurés, en Portugal, parque natural Peneda-Gerés.

En Monçao vivió sus últimos años la periodista, dramaturga y escritora gallega Amparo Alvajar (1916-1998) quien llegó a ser secretaria del que fuera presidente del Gobierno, Santiago Casares Quiroga (1884-1950)

Miranda do Douro

Miranda do Douro, perteneciente a la zona del Tras-os-montes, aparece encaramada sobre el río Duero, mantiene la tradición de un idioma propio, el mirandés, hoy lengua cooficial, que se pierde en la memoria en los tiempos del antiguo Reino de León, como ya citara en 1962 el filólogo Ramón Menéndez Pidal (1869-1968).

Otra tradición local es la de los Pauliteiros de Miranda, con su traje de faldas típico, realizan la danza del palo o dança dos paus, con ritmos tradicionales, acompañados de música de gaita.

La localidad se encuentra en el Parque Natural del Douro Internacional y una escultura con una pareja de mirandeses con sus ropas típicas se encuentra en el centro de la histórica villa, donde los españoles viajaban otrora al mercado semanal.

Su apellido, del Duero, la ha hermanado desde 1984 con la localidad burgalesa de Aranda del Duero que me rememora la coplilla: “quién estuviera en Aranda, aunque durmiera en el suelo” (aunque no sea durante el conocido festival Sonorama). De hecho, a la zona histórica se accede por la avenida Aranda de Duero.

Su castillo, como le sucediera a la fortaleza de Almeida años después, sufrió una explosión en 1762 que lo destruyó en gran parte. Se ha rehabilitado la Torre del Homenaje y al lado está la moderna Casa de la Música.

La catedral –sin obispo, se fue a Bragança–, hoy concatedral, data del siglo XVI, sobria y manierista con adornos escultóricos barrocos. Desde sus jardines de alrededor se puede observar la gran vista del Duero y en la otra zona adyacente, los restos con arcos desnudos del Palacio del Obispo.

Si en Monçao la resistencia a los castellanos fue de una mujer, aquí la fue de un niño, pero de un niño muy especial, el Meninho Jesús da Cartolinha, cuya curiosa figura, con una chistera, te recibe en un retablo-vitrina en la Sé y se ha convertido en un icono de religiosidad popular y también turístico.

Se cuenta que en 1711 en el asedio castellano, un niño vestido de hidalgo aparecía y desaparecía, era el general que daba ánimos para resistir a las tropas portuguesas y todos lo consideraron un milagro. Por este motivo su imagen vestido de hidalgo caballero se colocó en un altar y se celebra su día, curiosamente, el Día de los Reyes Magos, por lo que se considera el patrón de la infancia de la localidad.

La zona es vinícola, con vinos do Planalto Mirandés con denominación de origen de la Tierra de Miranda. En el casco histórico está el Museo llamado así, de la Tierra de Miranda, con un carácter claramente etnográfico.

Enfrente, en España se localizan otros buenos caldos, los de Arribes, que no pueden llevar el apellido del Duero, ya que otra zona, Ribera, impugnó el apellido como si el río fuera propiedad de alguien.

Da igual, Arribes es hoy una denominación de origen consolidada, tras ser creada oficialmente en 2007, centrados en la provincia de Zamora y Salamanca y con una uva propia, Juan García. Destacar los de Arribes de Vettonia, Hacienda Zorita y Abadengo en Salamanca y Condado de Fermoselle en Zamora.