Miles de madrileños respondieron este domingo 9 de marzo de 2014 a la convocatoria de la Plataforma en Defensa de la Cultura para apoyar en el Paseo de Recoletos de la capital de España una movilización contra las políticas anticulturales de los gobiernos del PP.
En la iniciativa participaron gentes del teatro, de la música, del cine, de la danza, del circo, de la magia, artistas plásticos y visuales, escritores, archivos y bibliotecas, museos, patrimonio, enseñanzas artísticas, así como asociaciones de la ciudadanía y barrios.
En los diferentes actos que se desarrollaron entre las 11:00 y las 14:00 horas se reivindicó la importancia de la Cultura para el desarrollo integral del ser humano y la salud y capacidad crítica de una sociedad avanzada.
En la concentración se denunció el abandono que padece la Cultura por los poderes públicos en España, con el consiguiente empobrecimiento humanístico y científico del país, y se alertó acerca del peligro de convertir la Cultura en un mero objeto de consumo, fuera del alcance de la mayoría de los ciudadanos y víctima de intercambios económicos sin criterio alguno.
A las 11:00 horas del domingo en el Paseo de Recoletos, frente a Biblioteca Nacional, se inició la jornada con múltiples baterías que tocaron al unísono dirigidos por el maestro Pepe Sánchez.
A partir de ese momento todo fue un discurrir de personas para participar o escuchar en ocho espacios de músicas, ocho espacios de artes escénicas, tres espacios de patrimonio, tres espacios de movimientos ciudadanos, dos de artes plásticas, un espacio de literatura, cine “silencio se rueda” entre el público, danza “en movimiento” entre el público y un espacio de comunicación.
A las 13:30 horas finalizaron las actividades y todos los asistentes precedidos por las batucadas y charangas recorrieron el Paseo de Recoletos hasta ul escenario situado en Calle Alcalá, donde a las
Cuatro personas de diversos ámbitos de la cultura, dos de ellos jóvenes y dos adultos, uno de ellos Miguel Ríos, leyeron el Manifiesto de la Plataforma, y una orquesta sinfónica acompañada de coros profesionales y una multitud de voluntarios de coros vecinales interpretaron El Coro de los Esclavos de la opera de Nabucco de G. Verdi.
