Ghada Oueiss, periodista libanesa de 43 años, presentadora del canal de televisión árabe Al Jazeera, ha presentado una denuncia por pirateo y ciberacoso a Mohamed ben Salmane (MSB), príncipe heredero de Arabia Saudí y el hombre más poderoso del país, y a Mohamed ben Zayed (MBZ), príncipe heredero hijo del fundador de los Emiratos Arabes Unidos.
La denuncia, que se está instruyendo en un tribunal de Florida (Estados Unidos) incluye a una veintena de cómplices de ambos mandatarios, todos supuestamente implicados en una campaña contra la periodista en las redes sociales.
«Soy una periodista a la que no van silenciar los ataques en línea», había escrito Ghada Ouesiss, en un artículo publicado en julio de 2020 en el diario Washington Post, en el que contaba su sorpresa cuando un amigo le avisó de que en Twitter habían aparecido fotos suyas en traje de baño; las fotos procedían de su teléfono privado. Poco después, una serie de fotomontajes la mostraban desnuda en una bañera.
Las imágenes fueron retuiteadas más de cuarenta mil veces, muchas de ellas acompañadas de comentarios sexistas o insultantes, siempre en cuentas presididas por la bandera saudí, que además en ocasiones hacían una defensa encendida de MSB.
Para la víctima de esta campaña, los ataques contra ella se deben a la cobertura que dedicó al «caso Khashoggi» (Jamal Khashoggi, el periodista saudí de 56 años asesinado el 2 de octubre de 2018 en la embajada de Arabia Saudí en Estambul) y sus constantes denuncias de las actuaciones de MBS y MBZ.
El canal Al Jazeera dedicó durante semanas la mayor de sus informativos a seguir el caso del periodista asesinado, cuyo cuerpo sigue sin aparecer. Desde entonces, todo señala al heredero del trono saudí como autor intelectual del asesinato de Khashoggi¹.
«Ghada Oueiss- ha declarado Daniel Rashbaum, el abogado estadounidense de la periodista libanesa, al informativo digital TheHill- considera a todos los acusados responsables de robo y difusión, nacional e internacional, de informaciones personales». La denuncia se está tramitando en Florida porque dos de los acusados de complicidad en «actos de distorsión», residen en ese estado.
La acusación señala que «el ataque premeditado tenía como objetivo destruir la reputación, la vida personal y la carrera de Ghada Oueiss. Se trata de un encargo conjunto de los gobiernos de Arabia Saudí y Emiratos Arabes Unidos».
«No es un simple combate personal, -ha escrito en Twitter Ghada Oueiss, quien denuncia incansablemente a los dirigentes saudíes por su política, su comportamiento general y su actuación encabezando la guerra en Yemen- sino una batalla por todos los que no se pueden expresar contra la injusticia».
- El 18 de marzo de 2019, el diario New York Times revelaba que el jefe del comando que asesinó a Khashoggi reclamaba «una prima por el trabajo bien hecho».
El 28 del mismo mes, Agnés Callamard, relatora especial de ejecuciones extrajudiciales del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, recomendó a Arabia Saudí que abriera un juicio público de los acusados del asesinato del periodista, por «razones de transparencia».
El 19 de abril detuvieron en Turquía a otras dos personas acusadas de participación en el asesinato. Una de ellas se suicidó en la cárcel el día 29 del mismo mes.
El 26 de septiembre, el canal PBS (Public Broascasting Service), una televisión pública estadounidense con sede en Virginia que emite para todo el país, emitió el extracto de un documento en el que, por primera vez, Mohamed ben Salmane admitía la responsabilidad en el Asesinato del periodista Jamal Khashoggi: «Fue bajo mi dirección. Admito toda la responsabilidad».