En estas dos últimas semanas del mes de junio 2021 han sido asesinados en México tres periodistas. El día 16 fue Enrique García (Metepec, Estado de México); al día siguiente, Gustavo Sánchez Cabrera en Tehuantepec (Oaxaca); y el martes pasado, Saúl Tijerina en Coahuila. Gustavo se sabía en peligro y solicitó protección incluso el día anterior a que acabaran con su vida.
Gustavo Sánchez, director de la web de información Noticias Minuto a Minuto y del canal de televisión Panorama Pacífico TV, estuvo en estrecho contacto con Reporteros sin Fronteras (RSF) en las últimas semanas, ya que temía por su vida. En la mañana del 17 de junio de 2021, el periodista fue asesinado por hombres armados que abrieron fuego contra él mientras viajaba en motocicleta junto con su hijo, cerca del municipio de Morro Mazatán, en la región del Istmo de Tehuantepec (Estado de Oaxaca, sur de México). Estaba especializado en la cobertura de la política local y de las noticias policiales y judiciales.
Las autoridades mexicanas le fallaron dos veces a Sánchez Cabrera a lo largo de su vida. Fue incorporado al Mecanismo en 2014 tras recibir amenazas de muerte, pero se le dio de baja por razones no precisadas, según han explicado a RSF fuentes de dicha entidad. En julio de 2020, fue víctima de un intento de asesinato en su casa. La Fiscalía de Oaxaca emitió una orden de aprehensión contra su agresor, llamado Esteban de la Cruz Lagunas, pero la orden nunca llegó a ejecutarse. La víctima le había identificado como familiar de dos agentes de la autoridad municipal local, por lo que la fiscalía aún debe explicar por qué no se detuvo a De la Cruz y por qué no se investigó a los funcionarios.
Desde entonces, no dejaba de señalar y denunciar las amenazas que recibía como resultado de sus publicaciones. En un primer momento, sus solicitudes al Mecanismo Federal de Protección a los Periodistas para que le proporcionasen medidas de seguridad fueron ignoradas. Había solicitado la reincorporación en enero de 2021 y en mayo se validó por fin el dispositivo de protección (vigilancia frente a su casa, escoltas para sus viajes, préstamo de chaleco antibalas), pero las medidas que se le notificaron el pasado 1 de junio nunca llegaron a aplicarse. Hasta la víspera de su asesinato, la representante de RSF en México, Balbina Flores, estuvo insistiendo ante el Mecanismo para que se le aplicasen con urgencia medidas de protección. Todo fue en vano.
«El Estado mexicano estaba al corriente de los riesgos que corría Gustavo Sánchez Cabrera, pero no actuó a tiempo. Es una omisión dramática que le ha costado la vida a un hombre», denuncia el director de la oficina de RSF en América Latina, Emmanuel Colombié. «Era público y notorio que las publicaciones de Gustavo Sánchez resultaban molestas y que lo ponían en peligro. El Mecanismo Federal de Protección debe replantearse a fondo su sistema de medidas de urgencia, además de dar una explicación pública y asumir su responsabilidad en este caso».
El pasado día 17, también se conoció el asesinato de Felipe Enrique García García, experiodista de la radio pública mexicana que recientemente se había involucrado en política. Lo encontraron muerto en Metepec, en el Estado de México, después de que se denunciara su desaparición. En este momento, RSF continúa recopilando la información para establecer la conexión entre su ejecución y su actividad profesional.
Con Gustavo Sánchez Cabrera, ya son siete los periodistas asesinados que contaban con medidas de protección del Mecanismo desde que este organismo fue creado, en 2012. También es el segundo periodista asesinado en América en 2021. El primero fue Benjamín Morales Hernández, el 3 de mayo, en el Estado mexicano de Sonora. Le habían sacado de su casa a punta de pistola y, al día siguiente, apareció cosido a balazos.
Hay que insistir, una vez más, que México ocupa el puesto 143 entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa que publica RSF.