Entre junio y julio de 2018 ya son tres los periodistas mexicanos que han perdido la vida de forma violenta. El pasado 29 de junio, el reportero José Guadalupe Chan Dzib, del semanario digital “Playa News” fue asesinado en un bar en el estado de Quintana Roo, en el sureste de México. Ayer 23 de julio, Luis Pérez García, de 80 años, murió a manos de alguien que se introdujo en su casa, le dio un fuerte golpe en la cabeza e incendió la vivienda.
Hoy, 24 de julio de 2018, le ha tocado a Rubén Pat Cauich, director del semanario Playa News, el mismo donde trabajaba Chan. Se encontraba en un bar de la localidad de Solidaridad (cuya capital es Playa del Carmen) en Quintana Roo, y a la salida le dispararon hasta acabar con su vida.
El ayuntamiento, que ha confirmado la noticia, también ha informado de que han puesto en marcha los protocolos correspondientes para investigar el caso.
Por su parte, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) ha condenado el asesinato que se ha producido después de que Prat recibiera amenazas y agresiones. Asegura que recibió información de cómo el periodista fue detenido, amenazado y torturado por policías municipales de Solidaridad el pasado 25 de junio. El comunicador había publicado información que vincularía a funcionarios locales con la delincuencia organizada. Rubén Pat era beneficiario del Mecanismo para la protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas.
Respecto a José Guadalupe Chan Dzib, dicen que también había recibido amenazas, que había denunciado a las autoridades. En un pronunciamiento sobre su asesinato, la ONU-DH había señalado la necesidad de que las autoridades “garanticen medidas de protección a los colegas del Sr. Chan Dzib que pudieran estar en riesgo”, mencionando específicamente a Rubén Pat.
Jan Jarab, representante de la ONU-DH en México, expresó que “hoy mismo hemos hablado con colegas del señor Pat y nos trasmitieron el riesgo y el temor que enfrentan para poder realizar su labor, una labor imprescindible para una sociedad libre, democrática y plural. Muchos de ellos han recibido amenazas recientemente, lo cual es tremendamente preocupante”.
Con Pat, ya son ocho los periodistas asesinados en México en lo que va de 2018, y un desaparecido: Agustín Silva, de quien no se sabe nada desde enero de este año. Durante 2017 mataron al menos a doce profesionales de la comunicación.
En diciembre de 2017, los relatores especiales para la libertad de expresión de la ONU y la CIDH, David Kaye y Edison Lanza, respectivamente, participaron en una misión conjunta en México. En su informe final, presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ambos describieron cómo “escucharon varias historias que revelan los altos niveles de temor y autocensura que causaron, entre los periodistas y sus comunidades, la impunidad y la profunda desconfianza en que las autoridades públicas logren justicia y protejan el Estado de derecho” e instaron al Gobierno mexicano a reemplazar este paradigma de impunidad por otro que garantice una efectiva investigación, juzgamiento y monitoreo de conformidad con sus obligaciones internacionales.
Si hay alguna posibilidad de que cesen estas muertes, tendremos que esperar a las medidas que implemente el nuevo gobierno. Con el de Peña Nieto todo ha ido de mal en peor.
