Dos noticias extremas enmarcan la escena política en la comarca de Las Marinas de Alicante en la que resido la mayor parte del año. Una certifica el hecho del gran consenso nacional de los políticos -sus salarios, dietas, prebendas y demás-. Otra deja triste, dramática constancia del estado en el que los políticos han diezmado el mundo de la cultura.
El pasado lunes, el Ayuntamiento de Dénia en la Marina Alta de Alicante celebró un pleno extraordinario de cinco minutos –“Buenos días, comienza la sesión… Gracias, se alza la sesión”– en el se gastó 3.600 euros, que divididos entre los 17 ediles da 215 euros, 43 euros el minuto por regidor (concejal).
No está mal, no está nada mal. Si hubiera justicia y justa correspondencia, un jurado de un concurso de fotografía pongamos de los más modestísimos, de cien obras, que a duras penas conseguirá evaluar en dos horas, 120 minutos, habría devengado unos honorarios de 5.160 euros, y eso dando por igual el ‘trabajo’ del concejal que lo que hace en un pleno extraordinario es sentarse en su sillón al del jurado de un concurso de fotografía que mira, lee, estudia, analiza, contextualiza, descontextualiza, compara, evalúa, remira, relee, reestudia, reanaliza, recontextualiza, redescontextualiza, recompara y vuelve a evaluar una a una las cien fotos antes de llegar a su veredicto de cada una de las cien… para seleccionar a las diez finalistas.
En el otro extremo, hoy me entero de la convocatoria del concurso de fotografía “Turismo y agua” del Ayuntamiento de Benidorm en la Marina Baja de Alicante. El ‘premio’ a la mejor foto, agárrense, consiste en “en una estancia de dos noches en media pensión en un Hotel de 4 estrellas de la ciudad en temporada baja”. Para el autor. La pareja, que pase por caja. Y si el autor es de Manacor, Prats de Molló, Ortigueira o El Rompido, pues a pagar gasolinas, peajes, dietas, pernoctaciones y demás; no digamos ya si es de Los Llanos de Aridane.
Ignoro las condiciones concretas que hayan establecido para el jurado -mal rollo, que no hayan hecho públicas las Bases, o el menos yo no las he visto-, pero me temo que sean las que un servidor ha vivido, por aquello de venir colaborando con la democracia cultural, en ocasiones sin cuento. Al final, después del fallo, no falla: las cervezas siempre acabamos pagándonoslas los paganos del jurado…
La inmisericorde asfixia al mundo de la cultura en un país en crisis para todos menos para banqueros, especuladores, traficantes, comisionistas, adeptos, protegidos… y políticos ya clama al cielo.
Conste que el concurso de Benidorm tiene en teoría todas las papeletas de responder a una buena iniciativa, la celebración el 27 de septiembre del Día Mundial del Turismo. Pero cara a una próxima edición, y dado el tremendo potencial turístico de Benidorm –BeniYork– y también a los recursos disponibles, procede dignificar mínimamente las Bases de esta convocatoria: qué menos que invitar al ganador a gastos pagados -viaje y pensión completa- además del prescriptivo premio en moneda de curso legal para la compra en el súper del barrio.
Lo mismo vale para el jurado. Con la libertad que me da el hecho de no haber sido invitado a formar parte del mismo*, pido que se valore y retribuya el trabajo de unos jueces cuyo criterio y veredicto final sin duda puede repercutir en gran manera a mejorar la imagen… y la economía de Benidorm.
* Si bien lo pienso, a la vista del ‘premio’ no me da ninguna pena no haber sido invitado a formar parte del jurado, toda vez que, dicho sea de paso y sin falsas inmodestias, dudo de que exista en la provincia de Alicante un jurado de concursos de fotografía con la experiencia internacional de un servidor. Discúlpeseme esta flaqueza, quedo autodescartado como posible candidato a jurado para este concurso, pero si este comentario algo pudiera contribuir a que se tomaran en serio el concurso, me daré por más que satisfecho. Y como ya soy mayor, puedo decir sin esperar absolutamente nada a cambio que no sería la primera vez…
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Concurso Fotográfico Benidorm, Turismo y Agua
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Actualización 13_sept_2013.- «Pongamos X en vez de Dénia.» Los concejales del Ayuntamiento de Dénia han dejado de percibir «indemnizaciones» (dietas) por la asistencia a plenos extraordinarios y así se hará también en 2014, según explicó a la prensa esta mañana el concejal de Hacienda y de lo que informa el mismo medio, La Marina Plaza, del que tomé la ahora inexacta noticia de la dieta de 215 euros -que sí existió hasta fechas recientes-. Pido disculpas por este error, del que exonero a la fuente, pues a pesar de la creciente credibilidad de que goza en la comarca de las Marinas, en este caso reconozco que falté a nuestra norma de verificar las noticias cuando menos por dos fuentes. Sabido es que el actual equipo de gobierno al frente del Ayuntamiento de Dénia ha reducido en más de un 50% la partida de salarios y demás retribuciones a los concejales. Por ello, y dado que la referencia a los dos municipios de cabecera de las dos Marinas de Alicante, Dénia y Benidorm, era una simple excusa para ilustrar por un lado las «mamandurrias» (Esperanza Aguirre dixit) y exonerada queda, con disculpas que repito, la corporación municipal dianense) y por otro el tijeretazo a la cultura, pues quede Benidorm con nombre propio como ejemplo de «cultura a dieta», mientras que como referente de dietas de políticos pongamos el municipio X. Reitero mis disculpas.
