Reporteros Sin Fronteras (RSF) está trabajando con el Centro de Libertad de Información de Armenia (Foica), con la ayuda de otros medios de comunicación como la plataforma de videos CivilNet y EVN Report, para ayudar a los periodistas refugiados de Nagorno-Karabaj (Artsaj para los armenios).
Se trata de brindarles el apoyo psicológico que necesitan; proporcionarles asistencia material para reemplazar sus equipos profesionales perdidos o dañados; participar en el fortalecimiento de sus capacidades y capacitarlos en reportajes en zonas de conflicto y primeros auxilios, así como proporcionarles chalecos protectores y cascos y botiquines de primeros auxilios.
Hay un total de cuarenta periodistas refugiados, identificados por RSF, que quieren seguir ejerciendo el periodismo.
El director de la unidad de crisis de RSF, Vladimir de Gmeline, ha recordado que los periodistas desplazados junto con el resto de la población de Artsaj, más de cien mil personas, hacia Armenia «han sufrido graves traumas físicos y psicológicos y tendrán que reconstruir sus vidas. Para RSF, es importante estar a su lado para recoger sus testimonios y preparar la implementación de la asistencia que se les proporcionará, tanto en el ámbito de la salud como en el de la formación y la protección».
El ataque perpetrado por Azerbaiyán contra Nagorno-Karabaj, región poblada por armenios, provocó un éxodo masivo de la población, incluidos muchos periodistas. Todos nacieron y crecieron en Artsaj. Al igual que sus compatriotas, estaban muy afectados física y psicológicamente. Algunos han perdido a sus seres queridos.
La unidad de crisis de RSF se reunió con ellos en la capital armenia, Ereván y en Goris, en la provincia de Syunik. La organización está a su lado para ofrecerles asistencia psicológica, formación y equipamiento profesional.
Del 30 de septiembre al 5 de octubre de 2023, la unidad de crisis de RSF visitó Armenia para evaluar el número de periodistas refugiados, así como sus necesidades. La organización se reunió con corresponsales de CivilNet, como Siranush Adamyan, Hasmik Kachatryan y Hayk Ghazaryan.
El periodista y camarógrafo Siranush Adamyan, de veintidós años. relata los nueve meses de trabajo bajo el bloqueo, el hambre, las privaciones, los cortes de electricidad, hasta llegar al brutal asalto del pasado 19 de septiembre: «Cuando el pueblo fue bombardeado por la artillería, salí del sótano para filmar durante unos segundos, con el fin de evidenciar mediante imágenes y sonido lo que estaba sucediendo. Tenía mucho miedo».
También explicó la salida forzosa, las largas columnas de coches en la carretera del Corredor de Lachin, el único punto de entrada y salida de Nagorno-Karabaj a Armenia, y que estuvo bloqueado por las fuerzas armadas de Azerbaiyán con la complicidad de las fuerzas rusas.
Después de un bloqueo de nueve meses que comenzó en diciembre de 2022, el ejército azerbaiyano llevó a cabo una ofensiva relámpago el 19 de septiembre de 2023, que provocó un éxodo masivo de más de cien mil civiles armenios, incluidos periodistas.
Adamyan ha llegado a Ereván, capital de Armenia, tras una escala en Goris. Periodista de la filial del medio de comunicación independiente CivilNet en Nagorno-Karabaj, donde nació, tuvo que abandonar su región armenia enclavada en territorio de Azerbaiyán, que la considera parte integrante de su territorio, a pesar de que la gran mayoría de la población en un referéndum en 1991 proclamó su independencia.
Desde 1991 y la caída de la Unión Soviética (URSS), fue escenario de sucesivas guerras. Azerbaiyán y Armenia se enfrentaron por el enclave de Nagorno Karabaj, una guerra abierta de 1992 a 1994, en la que resultaron muertas treinta mil personas. En 1994 se firmó un acuerdo de cese al fuego.
Tras años de escaramuzas bélicas, la segunda guerra de Nagorno Karabaj, desde finales de septiembre a primeros de noviembre de 2020, se prolongó durante 45 días donde hubo más de cinco mil muertos.