«La resistencia a los antimicrobianos es una urgencia sanitaria mundial que va a poner en peligro el progreso de la medicina moderna » -ha explicado el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS-“Hay que aumentar, sin pérdida de tiempo, las inversiones en la investigación y desarrollo para ls infecciones resistentes a los antibióticos, y muy especialmente la tuberculosis. Si no, volveremos a los tiempos en que la gente tenía miedo de las infecciones más corrientes y arriesgaba su vida en intervenciones quirúrgicas menores ».
“Se observa –se lee en el informe- una falta sangrante de opciones terapéuticas contra la tuberculosis multirresistente y ultrarresistente, lo mismo que contra los agentes patógenos con Gram negativo, incluidos Acinetobacter y Enterobacteriaceae (tales como Klebsiella y E. coli), que pueden causar infecciones graves, y a menudo mortales, y son una amenaza particular en hospitales y residencias de mayores.
«Las empresas farmacéuticas y los investigadores deben afanarse para trabajar en nuevos antibióticos para determinados tipos de infecciones muy graves, que provocan la muerte en pocos días, y contra las cuales nos encontramos desarmados », ha manifestado la doctora Suzanne Hill, Directora del Departamento de Medicamentos esenciales en la OMS.
Para luchar contra esta amenaza, la OMS y la Iniciativa Medicamentos contra las Enfermedades Olvidadas (DNDi) han puesto en marcha el Partenariado Mundial para la investigación-desarrollo en materia de antibióticos (GARDP), al que de momento han aportado un total de más de 56 millones de euros los gobiernos de Sudáfrica, Alemania, Luxemburgo, Holanda, Reino Unido, Suiza y el Wellcome Trust, fundación caritativa medicinal con sede en Gran Bretaña, cuyo objetivo es «promover la investigación para mejorar la salud del hombre y los animales».
«La investigación en torno a la tuberculosis padece un grave déficit de financiación : en más de 70 años, solo han llegado al mercado dos nuevos antibióticos destinados al tratamiento de la tuberculosis fármacorresistente”, explica el doctor Mario Raviglione, Director del Programa Mundial de la OMS de lucha contra la tuberculosis. “Si queremos acabar con esta enfermedad, hay que disponer inmediatamente de 800 millones de dólares anuales para financiar la investigación de nuevos medicamentos antituberculosos”.
Según la interpretación del informe efectuada por el diario francés Le Monde, las bacterias resistentes a los antibióticos podrían matar a 10 millones de personas de aquí al año 2050, tantas como el cáncer según un grupo de expertos del Reino Unido, para quienes el fenómeno ya causa 700.000 decesos anuales, 50.000 de ellos en Europa y Estados Unidos; cifras estimadas a la baja según un informe presentado el 18 de septiembre por el Ministerio de Sanidad francés.