Ante la actitud de algunos intérpretes que han retirado su música de Spotify, en señal de protesta por un poscast antivacuna, la plataforma sueca de streaming ha notificado que tiene intención de «combatir la desinformación» pero no piensa convertirse en «un censor de contenidos».
Después de que los canadienses Neil Young y Joni Mitchell anunciaran la retirada de su música de Spotify, y de que a continuación siguieran su ejemplo otros artistas canadienses con menos proyección internacional, así como el estadounidense Nils Lofgren, compositor y guitarrista de la E Street Band (el grupo que acompaña a Bruce Springsteen en sus conciertos), la plataforma ha reaccionado anunciando que tiene previsto añadir advertencias sobre el «contenido» de los podcasts que contengan alusiones a la Covid-19.
En un mensaje publicado en el blog For the Record (de Spotify), el fundador y presidente de la compañía, Daniel Ek, multimillonario de 38 años, ha escrito que «en Spotify hay muchas personas y puntos de vista con los que estamos en profundo desacuerdo… Pero, para mí es importante que no adoptemos la postura de un censor de contenidos». Y ha añadido que Spotify tiene sus propias políticas sobre «lo que es aceptable y lo que no lo es».
La plataforma ha publicado de nuevo sus reglas para que todo el mundo sepa que Spotify prohíbe que se publiquen «contenidos que promocionen informaciones médicas peligrosas, falsas o engañosas, susceptibles de causar daños o que representan una amenaza directa para la salud pública», lo que incluye «la afirmación de que el Sida, la Covid-19, el cáncer, u otras enfermedades graves que amenazan a la vida, son un engaño o no son reales (…) que animen al consumo de producto a base de lejía para curar diversas enfermedades e infecciones (…) y afirmen o sugieran que las vacunas autorizadas por las autoridades sanitarias se han creado para causar la muerte».
El presidente de Spotify afirma que la empresa tiene la obligación de hacer aun más para garantizar el equilibrio y el acceso a informaciones aceptadas ampliamente por las comunidades científicas «para que puedan guiarnos en este periodo sin precedente», por lo que está trabajando para añadir un aviso sobre el contenido de cualquier podcast que incluya comentarios relativos a la Covid-19: «Será una llamada que dirigirá a los oyentes a nuestra Hub (término aeronaútico que indica un lugar en el que está concentrada toda la información sobre una compañía) de Covid-19, en la que podrán encontrar fácilmente bases de datos, informaciones actualizadas compartidas por científicos, médicos, profesores universitarios y autoridades de salud pública del mundo entero, así como enlaces con fuentes fiables». Estas medidas se entrarán en vigor en Spotify en los próximos días.
El compositor y cantante Neil Young fue el primero en retirar su música de Spotify, tras pedir a la plataforma que quitara de su programación el controvertido podcast «Joe Rogan Experience», del presentador de radio y humorista estadounidense Joe Rogan, número uno de escuchas en 2021 y con un contrato de cien millones de dólares, al que acusa de haber desanimado la vacunación de los jóvenes y de hacer propaganda de un tratamiento no autorizado –la ivermectina, un producto utilizado en veterinaria para curar infecciones de algunos animales- contra el coronavirus. Más de doscientos profesionales de la sanidad estadounidense denunciaron recientemente que Joe Rogan había entrevistado a Robert Malone, un médico muy apreciado por los antivacuna.
Al no conseguir que Spotify tomara en cuenta su petición, Neil Young fue el primero en retirar su música de la plataforma que, en principio, se había limitado a «lamentar» la decisión del músico, cuyo gesto aplaudió públicamente el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Seguramente ha sido el hecho de que, tras la salida de Joni Mitchell, en Spotify empezó a producirse un movimiento de abonados que renunciaban a seguir siéndolo mientras las acciones de la compañía caían vertiginosamente en la bolsa de Nueva York (hoy ya se han recuperado), lo que ha obligado a sus responsables a adoptar las medidas que van a poner en práctica para salvar la cara: advirtiendo sobre la posibilidad de que sigan existiendo informaciones engañosas o falsas al tiempo que se niegan a ejercer ningún tipo de «censura» en quienes les reportan enormes beneficios económicos.
Curándose en salud, Daniel EK ya advirtió en 2021 que Spotify no tiene ninguna responsabilidad editorial sobre los contenidos que aparecen en los podcasts: «Tenemos raperos que recaudan decenas de millones de dólares, e incluso más, en Spotify. Y nosotros no les indicamos lo que tienen que decir en sus canciones».