Tumores que antaño eran mortales hoy puede decirse que ya se superan, pero esto no acaba aquí. Existen diferencias notables entre países que cada vez son más significativas. Un trabajo recogido por la revista The Lancet, afirma que estos datos son extremos y cada vez, las diferencias en tasas de supervivencia entre países son más acusadas.
Ha sido analizados 71 países durante quince años que han arrojado datos de la grave desigualdad de las personas en materia de enfermedad, según la prevención, tratamiento y cuidados paliativos. Si tienes un tumor en Noruega no es lo mismo que la India.
Las tendencias de supervivencia del cáncer varían ampliamente y tienen persistentes disparidades entre países, sobre todo en cánceres infantiles. De ello se deduce que la calidad, disponibilidad, diagnóstico y tratamiento, obviamente, no son los mismos. El estudio Concord-3 recoge que casi dos tercios de la población mundial; que sería el recuento de esos países; cerca de 37,5 millones de adultos entre 15 y 99 años y niños entre 0 y 14, representarían todos los cánceres diagnosticados, esófago, estómago; colon, recto, hígado, páncreas, pulmón, mama, cuello uterino, próstata, melanoma de la piel, ovario, tumores cerebrales, leucemias y linfomas.
El análisis de esos datos da constancia que la mayoría de cánceres han supuesto una tasa alta de supervivencia en Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Finlandia, Noruega, Islandia y Suecia. Un tumor diagnosticado en Australia tiene una tasa de supervivencia del 90 % frente al 60 si está el paciente en la India.
Hay que señalar que los cánceres de hígado y pulmón siguen siendo mortales tanto en países de ingresos altos como bajos y el la supervivencia del de hígado ha sido mayor hasta en un 20 % en países con más recursos.
El dato más impactante es el cáncer en niños que sigue siendo muy alto y determinante ya que arrolla a unos 100.000 niños al año en todo el mundo. La tasa de supervivencia a 5 años es superior al 90 % en varios países incluidos Canadá, Estados Unidos, Francias, Reino Unido o Dinamarca pero es muy bajo en China, México o Ecuador.
Esto de nuevo debe ser motivo de análisis dado que a pesar de las mejoras; a pesar de los avances en investigación, aún es mortal en un alto porcentaje y pone de relieve las diferencias de supervivencia según el país en el que está diagnosticado y tratado; algo, que actualmente no se debería consentir.