Se llamaba Bond. James Albert Bond. El Instituto polaco de la Memoria Nacional (IPN) ha desempolvado la ficha de un agente secreto británico con ese nombre que fue enviado a Polonia en 1964 «para espiar a los comunistas», justo dos años después de que se estrenara la primera película de la saga de James Bond, el célebre personaje creado por el escritor y exespía Ian Fleming.
La misma fuente ha informado que solo permaneció un año en el país, hasta el 21 de enero de 196. «Era un agente de bajo nivel con un nombre muy mediático» y al parecer sus servicios no fueron todo lo eficientes que se esperaba.
Según el servicio de contraespionaje polaco, que siguió atentamente sus pasos por la capital, James Albert Bond, nacido en 1928, llegó a Varsovia el 18 de febrero de 1964 oficialmente como encargado del archivo de la Embajada británica.
Si bien, lo mismo que su famoso homólogo, parecía «muy interesado por las mujeres», tuvo siempre un comportamiento «prudente» en sus contactos con ciudadanos polacos.
Lo más destacable de su trabajo como espía fue, al parecer, un intento de acceder a finales de 1964 a las instalaciones militares de Bialystok y Olsztyn, en el este del país, cerca de la frontera con la Unión Soviética.
En cuanto al James Bond de la ficción, su creador Ian Fleming siempre ha mantenido que debe el nombre a un ornitólogo estadounidense, autor de un libro sobre los pájaros del Caribe.