La Justicia belga ha denegado la extradición del rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, conocido como Valtonyc porque los delitos que le imputaba la justicia española en Bélgica son inaplicables en Bélgica, han informado sus abogados.
En este primer juicio los magistrados belgas descartan que los actos del rapero estén relacionados con el terrorismo en cualquiera de sus formas, y sostienen que todo lo hecho está amparado bajo la libertad de expresión.
La fiscalía belga ha anunciado que recurrirá esta primera decisión judicial por lo que la sentencia no será firme hasta dentro de un mes pero los abogados de Valtonyc confían en que el recurso no modifique la decisión de este lunes asegurando que la sentencia está muy bien argumentada, informa la SER.
“Hoy es otro gran día”, ha añadido en un tuit el abogado Gonzalo Boye, quien ante los periodistas ha pedido al Tribunal Supremo que se replantee su doctrina “para evitarnos bochornos como estos”, además de confirmar que llevarán el caso de Valtonyc ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos “porque estamos ante un problema de libertad de expresión en el que una opinión ha sido tratada como delito”.
Los abogados de Valtonyc estudian plantear su demanda como un “caso piloto”, es decir, como la expresión de un problema estructural en la justicia española con objetivo de conseguir que los delitos de opinión no sean juzgados bajo el parámetro de la ley anti terrorista, según fuentes de la defensa que tomará una decisión antes de que a finales de octubre se agoten los plazos para el recurso.
Valtonyc ha agradecido el apoyo popular de quienes se han movilizado a favor de su causa y asegura que pondrá su caso al servicio de la libertad de expresión “llegaremos al Tribunal Europeo de derechos humanos, crearemos un precedente y se demostrará que tiene razón y que en España no hay libertad para expresarse”.
Valtonyc asegura que en España “la Corona se ha injuriado sola, yo no soy ningún enemigo de La Corona, quizá el rey sí que es un enemigo de La Corona».
Valtonyc podrá ahora moverse con libertad por el territorio europeo aunque no podrá regresar a España tras rechazar los tribunales todos los recursos de sus defensas contra una condena a tres años y medio de prisión por delitos de amenazas, enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona por expresiones como «puta monarquía», «el Rey tiene una cita en la plaza del pueblo, una soga al cuello» o «por qué no se fractura la cabeza y no la cadera» en sus letras, aludiendo a Juan Carlos I.
En los últimos meses, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo ha advertido a la Justicia española sobre la severidad de las condenas impuestas por delitos de injurias a la Corona: en marzo de 2018, el TEDH sentenció que España violó el derecho a la libertad de expresión de dos manifestantes que en 2007 quemaron una foto del entonces Rey, Juan Carlos I, en Girona con motivo de la visita del monarca.
