En Ruanda se vive hoy día una situación social terrible a la que se enfrenta Victoire Ingabire
Alberto Martinez Cuartero
El Gobierno ha establecido un estado policial férreo que tiene sumida en el terror a la gran mayoría de la población. A esto hay que sumar que sobre las clases más pobres hay cada vez más opresión. Y además las tensiones hutu-tutsi exacerbadas en el genocidio de 1994, lejos de ayudar a extinguirse, muchas de las medidas que ha adoptado el Gobierno del General Kagame, han ayudado a mantenerlas y en ciertos aspectos a incrementarlas.
Ruanda es actualmente una olla a presión a punto de estallar. Frente a esto se han formado varios grupos políticos dispuestos a afrontar al presidente Kagame renunciando a la fuerza de las armas. Varios dirigentes de estos partidos, gestados en el exilio, fueron a Ruanda en 2010 para presentarse como candidatos a las elecciones presidenciales que en ese año se celebraban. Están desde entonces en prisión.
Victoire Ingabire, quien a riesgo de su vida optó por entrar en su país para presentarse como candidata, dejando Holanda en donde tenía una vida tranquila y buena posición social. Esta mujer, de firmes convicciones, ha optado por la lucha en la no-violencia como camino para buscar el cambio en Ruanda. Creemos que es una mujer de enorme valía y su firme propósito es buscar un diálogo inter-étnico que haga posible el fin del ciclo de violencia y odio, haciendo factible una reconciliación social que es la única medida que puede dar un futuro de paz al país.
Sus objetivos son utópicos, pero creemos que imprescindibles. Frente al aumento de la violencia a que está llevando el presidente Kagame no sólo en Ruanda sino también en la región (en el Congo con más de 6.000.000 de muertos), es absolutamente necesario que este tipo de utopías se hagan realidad.
Victorie, cuenta con una red de apoyo internacional en la que ponen su grano de arena familiares, ruandeses y pequeñas organizaciones sociales europeas muy concienciadas con la situación de Ruanda. Entre las actividades que emprenden están campañas de sensibilización y de contactos en el Parlamento Europeo para mantener presente la lucha de esta mujer por su pueblo y que la UE se solidarice con su causa.
Victoire Ingabire fue juzgada en Ruanda y condenada a ocho años de prisión en un juicio lleno de irregularidades jurídicas, acoso a la defensa y utilizando testigos falsos. Su defensa quiere presentar un recurso ante el Tribunal Supremo cuyo coste es de 25.000€. Este recurso es un paso necesario para poder dar el salto a tribunales internacionales más imparciales y difundir más su caso a nivel internacional.
Victoire es una mujer poco conocida, pero su lucha es de la envergadura de la de otros como Gandhi, Martin Luter King o Nelson Mandela. Estoy convencido que algún día, su valor y trabajo por una Ruanda libre será reconocido como realmente se merece.
Puede obtenerse más información en la Fundación Victoire Por la Paz.
