A los 59 años, tras la muerte de su mujer y obligado a jubilarse en la empresa donde ha trabajado toda su vida, Ove se siente terriblemente inútil. A lo largo del día se mueve por la casa como un alma en pena. Para entretenerse con algo, se dedica a hacer rondas para verificar la seguridad en la copropiedad donde vive, y a molestar a sus vecinos a la mínima falta al reglamento interno. En realidad deprimido y gruñón, quejoso de todo, solo espera la muerte y decide acelerarla; pero todos sus intentos de suicidio fracasan estrepitosamente.

Ganadora del premio a la Mejor Comedia en los European Film Awards, “Un hombre llamado Ove” (En Man Som Heter) está basada en el bestseller internacional “Viejo, gruñón y suicida: la vida según Ove”, escrito por Frederick Backman y publicado en más de 30 países. Una reflexión existencial más seria de lo que puede parecer a primera vista, una comedia que, por mi experiencia, me atrevo a definir como “muy sueca”. Un emocionante himno a la solidaridad y a la cooperación, teñida de un humanismo que te reconcilia con el mundo egoísta e individualista que nos ha tocado en suerte.
https://vimeo.com/206427922
“No existe el hombre ordinario, cualquier existencia es fabulosa, parece decirnos Hannes Holm” (Frédéric Strauss, Télérama), el realizador de esta historia que despierta una empatía generalizada, protagonizada por Rolf Lassgard, quien ha recibido un Guldbagge (equivalente sueco de nuestros Goya) por su interpretación del viejo y malhumorado Ove.



