La Fundéu indica que la transcripción sharía, en cursiva y con acento en la i, es la recomendada para aludir a la ley islámica.
En los medios de comunicación no es raro encontrarse con esta voz escrita de multitud de formas: «No veía ninguna contradicción entre defender la libertad y vivir de acuerdo con los principios de la charia», «Las mujeres añaden un grito por el fin de la sharia» o «Tracia: la única región de Grecia que aplica la Sharia».
Este término ha sido incorporado al Diccionario académico en su versión 23.1, del 2017, con el significado de ‘ley religiosa islámica reguladora de todos los aspectos públicos y privados de la vida, y cuyo seguimiento se considera que conduce a la salvación’. Se trata de un nombre común que no necesita mayúscula.
Dado que sharía no es una voz tomada directamente de otra lengua, sino una transcripción a partir de un alfabeto no latino, se recomienda acentuarla si se desea preservar la pronunciación original, aunque también es válida la forma sin tilde, que se pronunciaría con la primera a tónica, en lugar de la i: sharia. Por otra parte, como incluye una secuencia consonántica ajena al español —el dígrafo sh— lo apropiado es escribirla en cursiva o, si no se dispone de este tipo de letra, entre comillas.
Así, en los ejemplos anteriores habría sido más adecuado «No veía ninguna contradicción entre defender la libertad y vivir de acuerdo con los principios de la sharía», «Las mujeres añaden un grito por el fin de la sharía» y «Tracia: la única región de Grecia que aplica la sharía».
También puede optarse por ley islámica, variante preferible a ley musulmana, pues esta última voz remite con más precisión a los seguidores del islam.