Reporteros sin Fronteras (RSF) ha hecho público este martes 7 de diciembre de 2021, una investigación titulada ««El gran paso atrás del periodismo en China», en el que la organización de defensa de la libertad de prensa asegura «revelar la amplitud de la campaña de represión contra el derecho a la información, llevada a cabo por el régimen».
Entrevistado en la televisión pública en Francia, el presidente de RSF, Christopge Deloire, denuncia «el terror» que permite mantener «el sistema de los medios de comunicación” chinos».
La investigación recuerda que actualmente, en China, hay al menos 127 periodistas encarcelados «simplemente por hacer su trabajo», y que más de la mitad son uigures, miembros de esa minoría musulmana discriminada en el país: «Algunas condenas son extremadamente graves, las hay incluso de cadena perpetua (…) Necesariamente, eso genera un terror que permite mantener el sistema de los medios de comunicación».
Efectuada un año antes de que se celebre el veinte Congreso del Partido Comunista chino, previsto para finales del próximo 2022, el documento de 82 páginas examina «las herramientas utilizadas por el régimen para reprimir a los periodistas» y, en particular, se fija en «el deterioro de la prensa de Hong Kong».
También examina minuciosamente «la estrategia de Pekín para controlar el acceso a la información, en el interior y fuera de las fronteras de China». Según Deloire «es un régimen que difunde subrepticiamente propaganda en las redes sociales… Los regímenes despóticos de hoy censuran, prohíben y alimentan la propaganda, diseminándola por todas partes».
La investigación se fija especialmente en que los periodistas se ven obligados a «convertirse en portavoces del partido», obligados a seguir un cursillo de formación de noventa horas centrado en «el pensamiento de Xi Jinping», y sometidos a la propaganda del país.
Según RSF, «hoy son muy pocos los temas que escapan a la censura», que lo abarca todo, desde el Tibet a las campañas #MeToo, pasando por la pandemia de la COVID-19: «Para conseguir un carné de prensa hay que pasar por pruebas de conocimiento del pensamiento del presidente. En un examen de la influencia del periodismo en las redes sociales, si alguien se desvía un poco de la línea marcada por el poder, simplemente se prescinde de él», explica el presidente de RSF.
«Hablamos de un gran paso atrás porque con el presidente Xi Jinping, en comparación con su antecesor Hu Jintao, está caminando en el sentido inverso de la Historia», asegura Deloire, quien ha denunciado «la persecución incesante de quienes intentan difundir informaciones».
Uno de los casos más recientes es el de la periodista Zhang Zhan, quien publicó un centenar de vídeos en YouTube en el momento del inicio de la pandemia de la COVID-19 en Wuhan, condenada a cuatro años de cárcel acusada, sin ninguna prueba, de publicar informaciones falsas.