Científicos de varias universidades españolas en colaboración con la universidad de Cambridge han llegado a la conclusión del efecto devastador para la salud mental que provocan necesariamente los eventos climáticos tales como inundaciones, terremotos, tormentas, tsunamis, etc.
El efecto en las personas aumenta cuanto más graves son las pérdidas económicas y todas experimentan un estrés postraumático que no es baladí. El trabajo ha sido publicado en la revista Public Health y recoge los resultados de un proyecto realizado a lo largo de cinco años en el que se recogen datos de las inundaciones producidas en la zona del levante almeriense en septiembre de 2012. El objetivo del mismo tras estudiar otros eventos de la misma magnitud producidos desde 1935 hasta el año 12 recogían que el trastorno por estrés postraumático surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o a una situación de naturaleza catastrófica.
Dicho trastorno puede persistir a lo largo de varios años y por ello los científicos sugieren que los países estén preparados para dar respuestas eficaces y oportunas en materia de salud mental a los afectados. Esto sumado a las pérdidas económicas que experimentan las personas que les aleja de su vida cotidiana hace que muchas mantengan varios años y otros por siempre, en algunos casos, una evolución negativa que les lleve a padecer otras patologías mentales además de la ansiedad y la depresión. Los colectivos han de ser identificados tras estas experiencias traumáticas ya que son vulnerables a las catástrofes y normalmente se pasa de largo a la hora de tratarles.