La palabra emprendimiento, mejor que emprendurismo y emprendedurismo, es la apropiada para aludir al espíritu emprendedor o el ímpetu por iniciar algo, en sentido empresarial.
En los medios es habitual encontrar frases como «Los programas se centran en el emprendedurismo, la educación financiera y la inserción laboral» o «La innovación, la productividad y el emprendurismo deben ser objetivos prioritarios de la política económica».
Según recuerda la Fundéu, emprendurismo y emprendedurismo son malas traducciones de la palabra inglesa entrepreneurship, por lo que se recomienda emplear emprendimiento, que ya figura en el avance de la vigésima tercera edición del Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, con los significados de ‘acción y efecto de emprender (acometer una obra)’ y ‘cualidad de emprendedor’.
En los ejemplos anteriores, pues, habría sido preferible escribir «Los programas se centran en el emprendimiento, la educación financiera y la inserción laboral» o «La innovación, la productividad y el emprendimiento deben ser objetivos prioritarios de la política económica».