Equipe Media ha conseguido difundir en Líbano el documental ‘Tres Cámaras Robadas’ (‘3 stolen cameras’, en su original), donde se muestra las dificultades para hacer información en la zona del Sahara controlada por Marruecos.
Para burlar la censura, Equipe Media junto a la fundación sueca RaFilm, que patrocinó el documental, se exhibió en el campo palestino de Ain Al Hilweh que acoge a casi 50 000 refugiados, en el que casi un centenar de personas pudieron conocer la realidad en los territorios del Sahara.
Como muestra de solidaridad acudieron escritores, periodistas e intelectuales libaneses y palestinos, así como el embajador sueco en Líbano, Jorgen Lindstrom. Se da la circunstancia que recientemente el Partido de la Izquierda sueco reiteró al Gobierno la necesidad de reconocer a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
El pasado 5 de septiembre (2019), el Comité de Películas del festival de cine independiente de Beirut recomendó prohibir la publicación del documental ‘3 Cámaras Robadas’ sin revelar las razones reales detrás de la prohibición. No era la primera vez, hace dos años en septiembre de 2017, tampoco se pudo emitir por presiones del embajador marroquí en Beirut quien protestó ante los ministerios de Exteriores y de Seguridad.
Se esperaba que la película, de apenas diecisiete minutos, se proyectara en esta ocasión en el Festival de Cine Independiente del Líbano. El director del festival, Gauthier Charbel, dijo que existía la posibilidad de organizar un taller y una reunión sobre la película, aunque estaba oficialmente prohibida.
Así, es la segunda vez que elementos influyentes en Líbano intervienen a favor de Marruecos y sus aliados para impedir la visión de la película, que expone el comportamiento y los métodos de la ocupación marroquí para callar la voz del pueblo saharaui en los territorios ocupados.
‘Tres cámaras robadas’ está rodado en árabe con subtítulos en inglés y cuenta con música de la emblemática cantante saharaui Mariem Hassan (1958-2015)
Equipe Media y otros colectivos saharauis logran filmar en secreto y compartir por redes sociales, escondiéndose en las azoteas y casas, y arriesgándose a sufrir graves consecuencias, incluyendo palizas, detenciones, torturas y juicios sumarios. Filman manifestaciones pacíficas que suelen ser atacadas por la policía y el ejército, causando lesiones, contando las historias de las víctimas de la brutalidad policial.
En junio de 2019, el documental se proyectó en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid, dentro del acto de presentación del informe ‘Sahara Occidental, un desierto para el periodismo’ elaborado por la sección española de Reporteros sin Fronteras (RSF), y previamente se pudo ver en abril en Torrelavega, Santander, Santoña y Getxo.
El documental ha sido proyectado en medio centenar de festivales internacionales y otros canales donde ha recibido diferentes reconocimientos.
En febrero de 2019 se presentó en el festival internacional de Cine y Derechos Humanos de Valencia obteniendo el premio Derechos Humanos y Libertades Human Fest.
También ha sido premiado en 2018 en el Festival Internacional de Cine, en Suleymaniyah, capital del Kurdistan iraquí (lo que motivó la protesta de la embajada marroquí), así como fue mejor corto documental del Festival Internacional de Cortometrajes de Medellín (Ficme) y en FiSahara 2018.
Asimismo fue nominado al mejor film documental en el festival de documentales de Leipzig en 2017.
