Futura, la letra de las vanguardias

Una tipografía nacida hace ahora 90 años, inspirada por la Bauhaus, sigue resultando actual, moderna y atractiva

La Futura, una letra sans serif, lineal o de palo seco, fue diseñada en 1928 por el tipógrafo alemán Paul Renner por encargo de la Fundición Bauer. Muy pronto se convirtió en símbolo y representación gráfica de los principios del arte y la arquitectura de los años veinte y treinta del siglo XX. Nacía, además, en un tiempo y en un lugar especialmente convulsos.

Inspirada en los principios constructivistas de la Escuela Bauhaus (1919-1933), Paul Renner (1878-1956) supo adaptar los experimentos tipográficos del profesor Herbert Bayer con su Universal (1925) para desarrollar una familia completa (fina, redonda, seminegra, negra, cursiva, condensada…), que fuera legible y adaptada a las exigencias de la industria gráfica de la época.

Futura-rodrigo-l.-alonso-600x498 Futura, la letra de las vanguardias
Círculo, cuadrado y triángulo, formas básicas del esqueleto de la letra Futura.

 

Formas geométricas

La familia Futura fue diseñada a partir de las tres formas básicas propugnadas por la Bauhaus: el círculo, el cuadrado y el triángulo. Los tres sostienen el dibujo de todas y cada una de sus letras. Ese “esqueleto” aportaba a la escritura una expresión dura y chocante para el lector de la época y esto era, en palabras de Adrian Frutiger, por un cambio radical en su dibujo: “Las rectas se trazan con tiralíneas y escuadra y las curvas, con compás”.

Esas geometrías constructivas y racionalistas plasmadas en la recién nacida Futura eran las defendidas y promovidas por los apóstoles de la vanguardia, como Jan Tchichold, quien escribía en su libro La Nueva Tipografía, también de 1928: “La esencia de la nueva tipografía es la claridad. Esto lo pone en deliberada oposición a la antigua tipografía cuyo objetivo era la belleza y cuya claridad no tiene nada que ver con el alto nivel que se requiere hoy en día. Esta extensa claridad es necesaria hoy porque las múltiples cantidades de impresos que reclaman nuestra atención, requieren una gran economía de expresión”.

Futura-logos Futura, la letra de las vanguardias
Algunos logotipos diseñados  con Futura.

En el ambiente se respiraba una airada y radical reacción al clasicismo conservador de las formas y las fórmulas tradicionales representadas por los caracteres romanos adornados con sus serifas, y, aún más, por las letras góticas cuyo uso recuperarían e impondrían los nazis con su llegada al poder en 1933.

Funcionales y modernas

Esa visión moderna y funcionalista del diseño y la tipografía no regresaría hasta los años cincuenta con la aparición de familias tipográficas como la Helvética de Max Miedinguer (1957), una letra nacida en Suiza, más legible y discreta que la Futura, pero desprovista de ese toque vanguardista que la convertiría durante las décadas siguientes en una de las familias de letras preferidas para anuncios publicitarios, posters, logotipos o titulares en revistas y periódicos.

Sólo hay que fijarse en algunas marcas corporativas que habitan nuestro entorno visual cotidiano, de diferentes sectores y campos: Desde FedEx, SwissAir, Calvin Klein… a la última versión del logotipo de Google, para adivinar la presencia de la nonagenaria pero aún joven Futura.

No se equivocaba con su slogan publicitario la Fundición Bauer para anunciar aquella nueva letra nacida en 1928 y bautizada como Futura: “El tipo de hoy y de mañana”.