Peña Nieto recibe a familiares de estudiantes desaparecidos

Parece que el presidente de México ya es consciente del problema que acucia a los mexicanos desde años: los desaparecidos. Pero no cualesquiera, no, sino a los desaparecidos por los cuerpos de seguridad y las ejecuciones extrajudiciales.

El escándalo, dentro y fuera del país, que está ocasionando la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en el Estado de Guerrero, ha llevado al presidente a atender, en la tarde noche del miércoles 29 de octubre, y nada menos que durante más de cuatro horas, a familiares y representantes de estos muchachos. De los desaparecidos, de los heridos y de los muertos.

Melitón Ortega, Felipe de la Cruz Sandoval, Epifanio Álvarez Carvajal, Emiliano Navarrete Victoriano y Melitón Ortega tienen a sus hijos en paradero desconocido. Nicolás Andrés Juan está asistiendo a la mejoría de su hijo, herido gravemente por las ráfagas de las balas que dispararon los policías, que ha necesitado varias intervenciones quirúrgicas. Martha Isela Echeverría de Jesús es hermana de Gabriel, un estudiante muerto en 2011 para el que, a día de hoy, no ha habido justicia. A todos ellos ha tenido que escuchar Peña Nieto.

Y ha escuchado que, 33 días después de los hechos, los supuestos esfuerzos por localizar a sus hijos no son suficientes, porque siguen sin saber nada de ellos.

En la rueda de prensa posterior a su entrevista con el presidente, Melitón ha asegurado que responsabilizan de los hechos tanto al Gobierno de Guerrero como al presidente del país.

Felipe de la Cruz ha contado que les han dicho que tienen a 56 detenidos, y a un cabecilla del grupo criminal Guerreros Unidos, “pero que les falta uno importante”, pero no les cree. Quiere que dejen de buscarles en basureros porque está seguro de que siguen vivos. Tampoco se cree que, en las fosas abiertas hasta ahora, hayan encontrado cuerpos de estudiantes. Dice que les importa un pimiento que hayan cambiado al gobernador. Le dicen al presidente: “no creemos en su gobierno y si no saben dar resultados, que pidan ayuda a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”. En su dolor y su rabia, ha expresado que “Iguala está tapizada de federales, ellos saben seguro que ya no están (los 43) allí” y pide que los regresen. A ellos, como padres, no les han comunicado de forma oficial que haya aparecido el cuerpo de algún estudiante, más bien saben las cosas por la prensa, pero lo que sí saben es que los análisis forenses dicen que ninguno es de los suyos.

Epifanio califica la reunión de una más, como las que han tenido hasta ahora con Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, porque nadie les da resultados. Parece que se ríen de nosotros, afirma. Pero tiene claro que no van a cansarse de protestar hasta que sus hijos aparezcan. Él también está convencido de que los tienen retenidos en alguna parte.

Lo mismo que cree Emilio Navarrete. Para él no están desaparecidos, puesto que “se los llevaron los uniformados, y los tienen que regresar”. No le “piden” a Peña Nieto nada, “exigen” respuestas. Con mucho coraje expresaba que tanto el alcalde como el gobernador son cómplices, “son como las ratas, porque huyen como ellas”, en clara alusión al exalcalde de Iguala, que sigue oculto en alguna parte, pues está señalado como responsable de la masacre. Casi con lágrimas confesaba: “me siento desconsolado cuando llego a mi casa y no puedo decirles a mis otros hijos que les llevo a su hermano”.

Nicolás Andrés visita a su hijo en cuanto puede. Afirma que “da tristeza y coraje, a la vez, ver el sufrimiento día a día y ver su cuerpo deteriorado”. Al joven le han tenido que reconstruir la cara. Estuvo a punto de morir asfixiado porque los militares impidieron la atención médica inmediata. Dice que, aunque sucedió en Guerrero, el Gobierno nacional también es responsable y por eso le exigen que, a la mayor brevedad posible, encuentren a los desaparecidos, y que se atienda de forma eficiente a los heridos.

No están solos

A estos padres y a Martha les ha acompañado un representante de los estudiantes, y un abogado. Un jovencísimo David Flores Maldonado, en representación del comité de estudiantes de Ayotzinapa, reitera que se los llevaron los uniformados y que quieren que los devuelvan, que ellos no se van a cansar de exigirlo. También ellos, los estudiantes, creen que es erróneo buscarlos en fosas, porque tienen que estar vivos en alguna parte. Van a seguir con sus reclamos y protestas y, de continuar sin noticias claras, organizarán una caravana a nivel nacional para levantar a los estudiantes de todo el país, porque están seguros de que muchos de ellos también tienen familiares desaparecidos. Dice que están hartos de promesas, que quieren hechos, “ya vale de promesas”.

Según Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, a Peña Nieto le han entregado un escrito con varias peticiones que consideran imprescindible que cumpla el Gobierno. Entre ellas destaca crear una comisión mixta de seguimiento para que informen de los avances a las familias y luego a los medios, para evitar filtraciones e informaciones que, muchas veces, añaden sufrimiento a los allegados de los estudiantes. También han solicitado que expertos de la CIDH ayuden en las investigaciones y que se use más tecnología para buscarles. Y que se prepare un plan de reparación para las víctimas.

El director del Centro ProDH, Mario Patrón, dice que le han pedido al presidente que de la orden de no se criminalice más a las escuelas normales, a lo cual ha respondido favorablemente, y que le han echado en cara que tardaran casi una semana en empezar a buscar a los chicos. Ha calificado de “estado delincuencial” lo que se está viviendo actualmente, y confía en que lo de Ayotzinapa sea “un punto de inflexión”, para acabar con estos actos que ya suman 30.000 desaparecidos.

Al igual que los familiares, Patrón ha dejado claro que no quieren reunirse con nadie más, salvo que haya resultados definitivos.

Melitón Ortega pide que la gente siga apoyando y estén pendientes de lo que suceda. “Hoy somos nosotros, pero mañana serán otros”, advierte. Y Felipe manda un mensaje: “que le quede claro al gobierno federal que exigimos respuestas lo antes posible”.

Así lo cuenta Peña Nieto: