Para sorpresa general, el pasado 11 de octubre algunos conocidos miembros del Partido Republicano estadounidense publicaron sendos artículos de opinión en los prestigiosos diarios New York Times y Washington Post pidiendo a los «republicanos moderados» que, en las futuras elecciones, se unan al Partido Demócrata «para salvar la democracia».
A pesar de su ausencia de la primera página de la actualidad, y de que solo se manifiesta ahora a través de twitter, el ex ultraconservador y xenófobo expresidente Donald Trump continúa teniendo una influencia muy significativa sobre una parte importante de la opinión pública del país.
Una evidencia que para los republicanos Miles Taylor, exjefe de gabinete del Departamento de Seguridad Interior entre 2017 y 2019; y Christine Todd Whitman, exgobernadora de New Jersey de 1996 a 2004; autores del artículo aparecido en el New York Times, con el título «Somos republicanos. Solo hay una manera de salvar a nuestro partido de los extremistas pro-Trump», hace que su partido se haya «vuelto loco» y se encuentre «totalmente trumpetizado».
En otros apartados del texto, estos dos republicanos escriben que «a corto plazo, el único medio de combatir a los extremistas pro-Trump es formar equipo con nuestros principales oponentes de siempre, los demócratas (…), la mejor esperanza para los restos racionales del Partido Republicano es que formemos una alianza con los demócratas para defender las instituciones estadounidenses, vencer a los candidatos de extrema derecha y elegir representantes honorables».
Por su parte, en la columna titulada «No soy demócrata, pero voto a los demócratas exclusivamente para salvar nuestra democracia» publicada en el Washington Post, el periodista Max Boots, también escritor e historiador militar, ardiente defensor de la supremacía de Estados Unidos y de los «valores americanos», escribe que no tiene «ninguna fe» en que el país continúe siendo una democracia si los republicanos consiguen de nuevo la presidencia.
Tras un repaso a las «hazañas» de Trump en los cuatro años de su mandato al frente de la Casa Blanca, Max Boots concluye que «lo que importa ahora es preservar nuestra democracia (…) No nos dejemos distraer por argucias políticamente menores hasta el punto de perder de vista los auténticos retos en 2021, 2022 y 2024», en una enumeración de los próximos comicios locales, parciales y generales, que esperan a los electores estadounidenses a corto y medio plazo.
