Muere en su casa de Minnesota el cantante Prince, uno de los iconos del pop-rock
En 1979 una canción de música disco cantada en falsete, un género que los Bee Gees habían puesto de moda con la banda sonora de la película “Fiebre del sábado noche”, llegaba a los primeros puestos de las listas de ventas de los Estados Unidos. Se titulaba “I Wanna Be Your Lover” y encumbró a un joven cantante negro del barrio de Uptown, en Minneapolis, Prince Rogers Nelson, de nombre artístico Prince.
Las letras de sus canciones hablaban de masturbación, sexo oral e incesto, todo ello mezclado con la mística religiosa de algunos pasajes de la Biblia. Pero lo que realmente convirtió a Prince en una superstar fue una película de 1984 en la que encarnaba a un personaje de nombre El Niño, trasunto ególatra del propio Prince, que recaudó 80 millones de dólares. Se titulaba “Purple Rain” y su banda sonora llevó el nombre de Prince a todos los rincones del mundo gracias a innovaciones experimentales (mensajes que se oían al reproducir algunas canciones al revés) y a explícitos homenajes a John Lennon y The Beatles, el sonido Mersey y los Beach Boys. El single extraído del álbum de la película, que en su cara A llevaba “When Doves Cry”, fue su primer número uno en Estados Unidos. Tras el éxito de “Purple Rain” Hollywood consideró desde entonces al cantante como uno de los suyos.
Lanzado definitivamente al estrellato, su siguiente álbum, “Around the World in a Day”, de 1985, seguía homenajeando al pasado, ahora, en algunos temas (“Raspberry Beret”), a la música sicodélica de finales de los sesenta. Esta vez no tuvo tanto éxito, tal vez porque no tenía el apoyo de una película, y por eso su siguiente trabajo “Parade” (1986) decidió que debía ser la banda sonora de “Under the Cherry Moon”, un film erótico protagonizado por Francesca Annis y Kristin Scott Thomas. Efectivamente, el tema “Kiss” volvería a ser número uno ese año. Los éxitos continuaron con el LP doble “O’ the Times” y la gira homónima, en la que incorporó elementos espectaculares extramusicales, como las intervenciones de la bailarina Cat Glover, quien lo acompañaba en números circenses para los que Prince utilizaba trajes de colores, muy ceñidos.
Tras el éxito de “Lovesexy” de 1988, en los noventa Prince continuó persiguiendo las listas de ventas. En 1987 había grabado “The Black Album” que, sin ser un nuevo homenaje a los Beatles, aludía en su título a su álbum blanco (por problemas de derechos el disco no se publicó hasta 1994), y protagonizó otra película, “Graffiti Bridge”. Ambas empresas resultaron desastres que casi hundieron su carrera.
Para salir del túnel Prince reincidió en sus obsesiones con “Sexy MF” y “My Name Is Prince” y cambió su nombre por el de TAFKAP o “El Artista anteriormente conocido como Prince”.
Se recluyó en una atmósfera espiritual y mística, y en las pocas entrevistas que concedía hacía declaraciones esotéricas envueltas en referencias espirituales. Cambió su banda de acompañamiento The Revolution por la New Power Generation, aunque sin conseguir remontar. “Diamonds and Pearls”, “Symbol”, “Come” y “The Gold Experience” fueron los álbumes que grabó con poco éxito en los primeros años de esa década. Tampoco triunfó con la banda sonora de la película “Girl 6” de Spike Lee. Su mayor éxito en esos años fue colocar la exquisita “The Most Beautiful Girl in the World” entre los diez primeros de las listas de ventas.
Sus problemas con los derechos de autor con la Warner Bros, para la que grababa desde 1977, volvieron a crearle nuevos problemas y enemigos, sobre todo cuando aludió a la compañía discográfica durante un concierto en el que llevaba la palabra ‘esclavo’ escrita en la cara.
“Chaos and Disorder” tampoco supuso ninguna recuperación. Esta llegaría de la mano de las discográficas EMI y Arista con “Emancipation” y “Rave Un2 the Joy Fantastic”, álbum éste con el que consiguió un disco de oro. Pero sobre todo, lo que levantó definitivamente su carrera fue la utilización inteligente que hizo de internet como medio de distribución de sus discos a través de descargas. Con “Musicology”, “Plane Earth” y los extraños títulos de “3121”, y “LOtUSFLOW3R” volvió a los primeros puestos de las listas gracias al nuevo procedimiento. Su último disco se publicó en 2015 con el título de “HITnRUN. Phase One and Two”.
Prince no se dedicaba sólo a cantar sino que componía para otros intérpretes y llegó a montar su propia discográfica, Paisley Park, para la que grababan sus temas The Time, Sheila E., Candy Dulfer y la actriz-cantante Apollonia, quien había protagonizado con él la película “Purple Rain”.
Prince, quien hizo el Rithm&Blues más estilizado de la década de los 80, una mezcla de funk, rock blanco y soul, convirtió su imagen en un icono de la música pop-rock del cambio de siglo gracias a la puesta en escena de sus actuaciones musicales, por las que era conocido en todo el mundo.
Nunca dejó de actuar en público (la última vez fue el pasado día 14) y murió ayer, 21 de abril de 2016, a los 57 años en circunstancias tan extrañas como las que había vivido durante los últimos años. Dicen las crónicas que hace unos días, durante la última reunión con sus amigos para celebrar la adquisición de un nuevo piano para su mansión de Paisley Park, les dijo: “Esperad unos días antes de malgastar vuestras oraciones”.