La Federación Internacional de Periodistas (FIP) junto con el Sindicato Nacional de la Prensa Marroquí (SNPM) participaron en las pasadas audiencias del Tribunal de Apelación de Casablanca en los casos de dos periodistas presos, Souleiman Raissouni y Omar Radi.
Los representantes de FIP y del SNPM organizaron una protesta antes del inicio de las audiencias el pasado martes 29 de junio. Durante dos días los miembros de la FIP, encabezados por su secretario general, Anthony Bellanger, así como los dirigentes del SNPM Abdel Kebir Khchichne y Hanane Rihab, se reunieron para abordar este caso que tiene un amplio seguimiento internacional.
A lo largo de dos días los representantes de la FIP y el SNPM mantuvieron encuentros con los abogados defensores, familiares de los periodistas presos, miembros y activistas de derechos humanos y que llevan a cabo campañas a favor de la libertad de expresión y para la puesta en libertad de los dos detenidos y también con las personas que les denunciaron y sus abogados.
Como resultado de todos estos contactos, Bellanger declaró: «Apoyamos todas las acciones en materia de justicia» recordando el artículo 11 del Código de Ética Mundial del Periodista que especifica que no se puede comportar como ayudante de la policía o de fuerzas de seguridad.
Por este motivo reitera que el periodista «no es juez ni policía» por lo que se hace necesario un juicio justo y equitativo tanto para los periodistas encarcelados como para sus denunciantes. Del mismo modo insistió en su preocupación por la huelga de hambre de Raissouni y el excesivo tiempo, más de un año, de las instrucciones judiciales que se están llevando a cabo.
«Los excesos de la justicia marroquí son perjudiciales, por no decir intolerables para ambas partes en un estado de derecho», sentenció el secretario general de la FIP.
Por su parte, Abdel Kebir Khchichne señaló que «desde 2020 el SNPM escuchó a nuestros miembros y periodistas involucrados. Desde el principio nos negamos a participar en una forma de politización de estos graves asuntos legales».
También recordó que visitaron a los dos periodistas en prisión y pidieron a Raissouni el pasado 28 de mayo que cesara su huelga de hambre, sosteniendo que el SNPM «continuará siguiendo de cerca los dos casos y se asegurará de que los procedimientos legales se desarrollen sin problemas».
Radi fue detenido el 29 de julio de 2020, acusado de espionaje y de atentar contra la seguridad del Estado; también se le acusa de violación, mientras que Raissouni está detenido desde el 22 de mayo de 2020 y procesado por «atentado al pudor con violencia y secuestro». Un testimonio de un joven activista LGBTQ publicado en las redes sociales le llevó a la cárcel.
La FIP representa a seiscientos mil periodistas de 150 países y está presidida por el marroquí Younes Mjahed.
Hay que recordar en ambos casos la falta de pruebas concluyentes en las acusaciones, los múltiples aplazamientos de los juicios y el rechazo de las solicitudes de libertad provisional que son «la prueba de un ensañamiento político y judicial particularmente escandaloso», según denunció el secretario general de Reporteros sin Fronteras (RSF), Christophe Deloire, quien también acudió recientemente a Casablanca a solidarizarse con los dos periodistas marroquíes presos.
Por otra parte, se ha anunciado la convocatoria de una jornada nacional en Marruecos en solidaridad con los dos periodistas presos así como con todos los presos políticos y presos de opinión el 10 de julio 2021 bajo el lema ‘Libertad para los presos políticos y detenidos por opinión y expresión’.
En este sentido llaman a mantener la actual campaña de concienciación por los presos políticos y de expresión y opinión, a la vez que piden a todas las organizaciones democráticas a «cerrar filas ante el feroz ataque del Majzén a los derechos y libertades».
