La Fundéu señala que la palabra teleprónter, con tilde en la o por tratarse de una voz llana terminada en consonante distinta de n o s, es una adaptación válida al español del anglicismo teleprompter, frecuente en las informaciones sobre televisión y espectáculos.
En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «El teleprompter derrota a Jimmy Fallon», «El telepronter le juega una mala pasada al presentador de los Globos de Oro» o «Sus palabras no se quedaron en una lectura de tele-prompter».
Un teleprompter es un dispositivo que se coloca sobre el objetivo de la cámara y que permite mostrar textos a la vista de los oradores y locutores de televisión, de modo que estos puedan leerlos sin apartar la mirada de la cámara.
Esa denominación, extendida ya como nombre común, proviene del nombre de la empresa que empezó a comercializar este aparato a mediados del siglo XX: TelePrompTer.
Se recomienda usar la adaptación teleprónter, que recoge la pronunciación más habitual, se acomoda a las normas ortográficas del español y goza ya de cierto uso. Su plural es teleprónteres. También es posible optar por la variante teleapuntador.
Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «El teleprónter derrota a Jimmy Fallon», «El teleapuntador le juega una mala pasada al presentador de los Globos de Oro» o «Sus palabras no se quedaron en una lectura de teleprónter».
También se conoce como autocue, por el nombre de otro fabricante, en este caso británico. Si se usa ese nombre para aludir a la marca concreta, lo adecuado es escribirlo con inicial mayúscula y en redonda por tratarse de un nombre propio: «El grupo Vitec Videocom ha anunciado la adquisición de Autocue». No obstante, también es frecuente emplear esa denominación de forma genérica para referirse a este tipo de dispositivos y en ese caso se escribe en minúscula y en cursiva como extranjerismo no adaptado: «Los ganadores tendrán un autocue que les mostrará su lista de agradecimientos».