Zbigniew Herbert, (Lvov, 1924 – Varsovia, 1998), considerado como uno de los más sobrealientes poetas del siglo pasado, fue miembro activo de la resistencia polaca en su juventud y también un reconocido ensayista y dramaturgo, después de haber estudiado derecho, bellas artes y filosofía en plena guerra.
Entre muchos otros reconocimientos, recibió el premio Herder en 1973.
En Acantilado se han publicado hasta ahora Naturaleza muerta con brida (2008), Un bárbaro en el jardín (2010) y El laberinto junto al mar(2013).
Con edición y notas de Ryszard Krynicki y traducción de Anna Rubió y Jerzy Slawomirski, esa misma editorial dará a conocer a mediados de este mes este libro de casi 200 páginas en el que el autor trabajó durante veinte años, sin que llegara a terminar la obra. A pesar de ello, su editor polaco consideró interesantes recopilar los materiales, fragmentos y esbozos para darle la forma en que ahora se presenta a los lectores en español.
En todos los textos, el poeta parece decidido a concederse la libertad de celebrar su amor por la civilización de la Antigüedad, dando con ese motivo nueva vida a los mitos hasta configurar esta mitología personal.
El resultado es una recreación personalísima, colorida y luminosa de un buen número de personajes de la mitología clásica, algunos conocidos por los lectores y otros injustamente olvidados: en las hábiles manos de Herbert, gracias a la sutileza e ingenio del poeta, Cleomedes, Atlas, Ares, Cerbero, Endimión o Áyax parecen convertirse en nuestros contemporáneos, hasta tal punto que sus peripecias, sus destinos y el fabuloso mundo en el que vivieron nos invitan a reflexionar sobre el presente y, muy a menudo, a reír, algo que siempre es de agradecer.