Investigadores españoles de la universidad de Granada y australianos de la universidad RMIT, han desarrollado un sensor en forma de pulsera que pide la radiación ultravioleta que afecta a cada persona según el tipo de piel. Estas pulseras tendrán emoticonos alegres o tristes que determinarán el grado e intensidad del sol y será útil también para personas con distrofias maculares y para controlar la absorción de vitamina D.
El dispositivo incorpora un líquido invisble de polioxometalato, que se colorea cuando es incidido por los UV. Se indica la intensidad por colores y también los límites de exposición solar considerados seguros para cada persona. El trabajo ha sido publicado en la revista Nature Communications y ofrece cómo se mide el U.V. de acuerdo con el fototipo de la persona que lleve la pulsera.
Este sensor mide tanto las radiaciones A, B y C y con ella se podrán adaptar las personas con tonalidades de piel distintas o a aquellas que ya tienen afectada la piel con manchas, quemaduras solares, arrugas, melanomas y también personas con degeneración macular u otras enfermedades de la mácula.
Los tipos de piel enumerados del I (piel clara) al VI (negra), y la tolerancia de cada uno de ellos, nos dará cuenta del máximo tiempo de exposición que necesitamos. Además, es útil a la hora de tomar determinados medicamentos que aumentan la fotosensibilidad de la piel y reducen nuestra capacidad para absorber vitaminas a través de la dieta.
Concienciar sobre los peligros de la exposición al sol y saber de una forma amigable para los niños si es bueno o malo tomarlo, ayudará a la prevención de muchas enfermedades causadas directamente por el índice ultravioleta.